Mesa inclusivaNoviembre 20, 2017 — Por Serene Jones y Arnold M. Eisen. El día de Acción de Gracias fue una gran fiesta en nuestras dos casas, una festividad religiosa, la celebración de las fiestas, porque no era una celebración ni Cristiana ni Judía, tampoco Musulmana, Hindu, Budista, o una celebración humanista, pero un día muy especial y muy querido por todos los Estadounidenses, sin importar raza o credo.

Lo mas importante era que todos estabamos sentados en la mesa a la misma vez en un día tan especial y compartido por todos.

“Nos reunimos [juntos] para pedir la bendición del Señor”, en las palabras del himno que ambos todavía sabemos de memoria. La bendición del día, que no consistía unicamente la abundante comida sobre la mesa, pero por el hecho que lo celebramos juntos, como den una familia, una comunidad, una nación.

Este Día de Acción de Gracias, con división y discurso de odio girando a nuestro alrededor, no podemos confiar en estas bendiciones. La pobreza, el racismo y el fanatismo religioso causan estragos en demasiados. En nuestra propia nación, hay 13 millones de niños con hambre cada día; y el 21% de todos los niños viven en la pobreza. La brecha entre ricos y pobres continúa creciendo, Abraham Lincoln, procuró fomentar, incluso en medio de una guerra salvaje, cuando estableció el Día de Acción de Gracias en 1863.

Peor aún por un sentido de unidad, que amenaza la unidad en hogares y familias, se vislumbra el peligro de que el programa de Acción Diferida para Llegadas en la Infancia (DACA) sea cancelado. Ambos disfrutaremos de nuestra comida de Acción de Gracias sin preocuparnos de que un miembro de la familia no pueda estar con nosotros en el 2018 porque haya sido deportados.

Pero para miles de familias de los 800,000 Dreamers, incluyendo casi 13,000 en el área metropolitana de Washington, D.C., este no es el caso. El pavo y el pastel pueden estar allí el próximo año, pero no este niño o ese nieto. Tal vez un buen amigo o un valioso miembro de la comunidad estará ausente en nuestra mesa. Si DACA finaliza, el próximo año perderemos muchos miembros queridos y vitales de nuestra familia estadounidense.

Durante más de dos décadas, hemos seguido de cerca el debate sobre la reforma imigratoria. Contamos con una posición muy buena en el Congreso, los periodicos y los medios de comunicación. Como líderes de instituciones, responsables de múltiples grupos, sabemos cómo resolver problemas complejos.

Pero DACA es diferente. Es simple, quizás por eso la mayoría de los estadounidenses apoya una ley limpia para resolver el destino de los “Soñadores” mientras trabajamos hacia una reforma migratoria más justa y completa.

Hay mucha gente que ha hecho contribuciones productivas a sus escuelas, lugares de trabajo y comunidades. Parece incorrecto, indecente y mezquino, que nuestro gobierno haya pedido a los Dreamers que salgan de las sombras y proporcionen información que, ahora, años después, se usará en su contra.

Como nación somos mejores que esto. Tratamos de jugar limpio. Y, sin embargo ahora mismo, este gobierno está proponiendo romper las reglas de una manera que castigaría a jóvenes productivos que se han convertido en parte integra de nuestro gran experimento estadounidense, aunque defectuoso.

Como educadores que trabajamos para obtener lo mejor de nuestros estudiantes, les enseñamos apreciar lo mejor de cada uno de ellos, mirando más allá del odio racial, religioso y político, y que actuen sobre la creencia de que cada ser humano es creado a imagen de Dios; estamos profundamente entristecidos, y realmente indignados, por la perspectiva del Congreso y el Presidente, traicionando los valores impregnados en nosotros por los cuales hemos derivado nuestra fe.

El Torá y los Profetas ordenan bondad con los menos afortunados y justicia para aquellos demasiado débiles para asegurar su propia protección. “Viudas y huérfanos” son los ejemplos de la Biblia a menudo citados. No vendas a los necesitados por un par de zapatos. Recuerda al extraño, porque tú o alguien a quien amas pudo haber sido extraño y podría serlo otra vez.

En el Gran Mandamiento, Jesús simplemente y poderosamente nos instruye: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

Como profesores de teología, sabemos que hay momentos en los que es difícil determinar la decisión correcta; Hay cuestiones tan complejas que debemos luchar para determinar cómo aplicar la sabiduría o la tradición a las circunstancias actuales. Pero también sabemos que hay otras ocasiones en que el camino correcto es moralmente claro, porque la voz de los perjudicados, si no actuamos, con mucho dolor, clamará.

Vamos a resolver este Día de Acción de Gracias para seguir compartiendo las bendiciones de nuestro país con los Soñadores. Mantengamos a las familias unidas en lugar de dividirlas. “Deja que tu congregación escape a la tribulación” por medio de nuestra bondad, compasión y decencia fundamental.

Este Día de Acción de Gracias, mantengamos vivo nuestro frágil pero resistente y evolutivo sueño americano, recordando y apoyando a los Soñadores entre nosotros.

Serene Jones, un erudito e intelectual público muy respetado, es presidente del Union Theological Seminary y Johnston Family Professor de Religion & Democracia.

Arnold M. Eisen, uno de los mas importantes autoridades en Judaismo Americano, es el Septimo Canciller de The Jewish Theological Seminary.