“No contiene nada en el sentido de ‘hoy tuve problemas con una de mis esposas'”, dice Michael Hirsh en el National Journal citando a una fuente de la inteligencia de EUA.
Se trata del diario de Osama Bin Laden, capturado junto con otros materiales en la redada del 1 de mayo en que murió el jefe de Al Qaeda.
Muestra que seguía al mando de la organización, constantemente pensando en nuevas maneras de atacar a los EUA. “No son las elucubraciones de un combatiente retirado. Contiene ideas concretas sobre cómo avanzar, las cuales discusión en correspondencia con otros líderes de Al Qaeda”.
Agrega que Bin Laden buscaba la manera de realizar ataques a escala masiva, similares en tamaño a los del 11 de septiembre del 2001, con elevadas cantidades de bajas. Había instado a sus seguidores a que atacaran los trenes en EUA — pero siempre buscando maximizar el impacto mediante el número de muertes.
Dice también que Bin Laden estaba al tanto de las actividades contraterroristas de EUA en la Península Arábiga y buscaba colaborar con otras organizaciones terroristas en el área.
Otros informes indican que a Bin Laden realmente no le interesaban las situaciones en Afganistán y Pakistán, pero estaba “obsesionado” en encontrar la manera de atacar nuevamente en EUA.
