Ratones blancosMark Memot de la radio pública NPR nos trae esta extraña historia en que se conjugan ratones muertos envenenados que descienden por paracaídas, culebras de árbol, pájaros y arañas.

Todo en una isla del Pacífico.

Explicamos.

En la isla de Guam, unas dos millones de serpientes arbóreas café ocupan las copas de los árboles, causando serios estragos tanto en la fauna (devorando aves y mamíferos) como en la infraestructura (enredándose en el tendido eléctrico).

Igual que accidentalmente llegaron a Guam en las ruedas de aviones y en barcos hace 60 años, pueden desplazarse a Hawaii, lo cual ya tiene a mucha gente nerviosa.

Por esta razón, a unos científicos se les ocurrió la idea de llenar de drogas a los cadáveres de ratones, colocarlos en pequeños paracaídas y lanzarlos desde helicópteros por encima de las zonas que ocupan estas culebras.

La esperanza es que los paracaídas se enreden en los árboles y allí las culebras los merendeen.

Si funciona, dice NPR, tiene que ser algo rápido: al cabo de dos días, por el calor tropical, los roedores muertos dejan de ser apetecibles para las serpientes.

Agrega que los científicos no creen que los ratones afecten a ningún otro habitante de las selvas. (No hay tantos).

¿Y las arañas? Explica NPR que al reducirse la población de aves, ha explotado el número de arañas en Guam.

Interesante, ¿verdad?

Artículo en inglés

Foto cortesía vinepeek via flickr