Reelección, sí. Apoyo, también. Mandato, definitivamente.
Pero pagar hasta US$1000 por asistir a los eventos de la segunda inauguración de Barack Obama ha sido un poquito, mucho, demasiado para suficientes personas que los organizadores optaron por reducir los precios.
Informan Siobhan Hughes y Peter Nicholas en Wall Street Journal que los planificadores tienen la meta de recaudar US$50 millones para pagar los bailes, el desfile, y otras actividades.
Cuando se vieron en apuros optaron por cortar precios.
Un correo electrónico enviado la semana pasada anunciaba “tarifas especiales que hemos negociado para usted” en varios boletos, dice el Journal.
Las entradas para uno de los dos bailes oficiales se están vendiendo por US$500, menos de la mitad de lo que la gente estaba pagando antes.
Dice el Journal que los donantes no han sido tan generosos como lo fueron en 2009, cuando se recaudaron US$53 millones para el evento.
Los planificadores habían anunciado que iban a aceptar donaciones corporativas este año para aliviar la presión sobre los donantes individuales, pero sólo unas pocas empresas han donado.
“Ha sido bastante duro”, señaló una persona involucrada en la recaudación de fondos.
Foto, presidente y primera dama inauguración 2008, via inauguration weekend
