Minsalud: 1 de noviembre 2020

Siguen los asesinatos y los atentados contra líderes sociales, de todas las regiones y de todas las corrientes, miembros del partido de oposición Colombia Humana, excombatientes desmovilizados, defensores de derechos humanos, líderes comunitarios, personas que se atreven a oponerse a los proyectos que promueve el gobierno.

Ante un país sumido en semejante baño de sangre, que nos recuerda las peores épocas de la violencia de finales del siglo pasado y comienzos de este siglo, el presentador presidente se muestra insolente, ignorante e indolente.

Juan Manuel Urrutia

Las ONGs defensoras de derechos humanos reportan 91 asesinatos de líderes sociales, el gobierno responde que no que son 47 ¿y los otros?   Este fin de semana fueron cuatro, un médico al que sacaron de su consulta y tres miembros de la familia de un líder social asesinado en abril de este año.  El jueves le hicieron el viajao al senador indígena Feliciano Valencia, uno de los líderes de la Minga.  

Muchos pensamos que los están matando por sus ideas, por sus posiciones, por su actitud contestataria, como en los peores tiempos del paramilitarismo y de la mano negra; el gobierno pretende convencernos de que son vendettas entre grupos de narcotraficantes.  El ministro de indefensa cree que el problema se soluciona con discursos de precandidato presidencial y el gobierno del presentador presidente pretende convertir a los líderes sociales asesinados en amigos, cómplices o mensajeros de los narcotraficantes e insinúa que por eso los matan.  Eso ni el rey de los fake news, el candidato del Centro Democrático, Donald Trump.

Señor presentador, ¿en qué ajuste de cuentas mataron a Juana Perea?   Ella lo único que hacía era defender a las comunidades y al medio ambiente en Nuquí en el Chocó allá donde las ballenas van a cantar y a parir.  Su más importante y visible actividad fue la de oponerse a la construcción de Puerto Tribugá, a la que se oponen todos lo ambientalistas, la que ha sido rechazada por las agencias del Estado colombiano, pero la que apoyan el Centro Democrático, el senador Uribe y por añadidura el presentador.  Ese es el ajuste de cuentas, entre predadores y ambientalistas.   Y en ese ajuste de cuentas, el presentador presidente se coloca del lado de los “malos”.

¿Será que se hace o será que no entiende?  No ha musitado palabra sobre le horrendo crimen.  El aparato de seguridad del Estado insinúa que la mató el Clan del Golfo.  ¿Por qué?  ¿Contrato de sicariato? ¿Quién la mandó matar?

En honor a la memoria de Juana Pera deberían enterrar el proyecto de puerto Tribugá.  En honor a la memoria de Juana Perea y en homenaje a los ambientalistas el gobierno debería pedirle a la coalición de la mermelada, la que le salvó el pellejo al ministro de indefensa que asegure la ratificación del acuerdo de Escazú la que el presentador presidente anunció con bombo y platillo ante las naciones Unidas, nada más nada menos y al que se opone el gran capital, los gremios y el Centro Democrático. 

Desde los Llanos Orientales, desde la región Caribe, desde Antioquia, desde el Eje Cafetero vienen unas marchas de excombatientes a pedirle al presentador presidente que los escuche, a contarle que los están matando y que no es en ajustes de cuentas entre bandas de narcotraficantes.  Vienen a pedirle al presentador presidente que por favor no deje que los sigan matando.

En su insolente indolencia, el presentador presidente arremete contra la JEP y contra el proceso de paz.  ¿Será que los va a recibir?    

O, ¿Será que acudirán a la misma campaña de deslegitimación que siguen utilizando con la Minga?  Ahora resulta que los contagios de Covid-19 han aumentado en las ciudades por donde pasó una Minga que fue ejemplar en su comportamiento.

El presentador presidente no entiende qué si él hubiese puesto de lado su soberbia y hubiera ido a Cali a reunirse con ellos, hubiera evitado el paso de la Minga por esos municipios que ahora se supone ven un aumento en los casos de COVID-19.  Señor don presentador presidente, esos contagios que Usted sinuosamente insinúa son responsabilidad suya, así como más de treinta mil contagios y más de setecientos muertos son culpa de los actos políticos de su héroe Donald Trump, Dios los hace y ellos se juntan.