Boris Johnson

En junio de 2016 el primer ministro británico David Cameron creyó que podía salvar la chamba organizando un referéndum que creía iba a ganar fácilmente. La cuestión era sencilla debía la Gran Bretaña salir o quedarse en la Unión Europea. Se equivocó, un grupo de políticos británicos encabezados entre otros por el cuestionado y cuestionable Boris Johnson, ex alcalde de Londres, organizaron una campaña por el SI que resultó, sorprendentemente ganadora.Reflexiones de Juan Manuel Urrutia

Nació el Brexit.

La derrota en el referéndum le costó el puesto a Cameron. En un proceso muy británico, Teresa May asumió el liderazgo al interior del partido conservador como tal fue invitada por la Reina Isabel a formar un Gobierno. Desde el comienzo el compromiso de Teresa May fue el de lograr las mejores condiciones posibles para cumplir con la decisión del electorado británico. Tras complejas y largas negociaciones Teresa May logró un acuerdo que ella caracterizó como el mejor acuerdo posible para el divorcio entre la Gran Bretaña y la UE. La señora May no logró tras meses de ires y venires hacer que le parlamento aprobara el acuerdo. En enero de este año, el partido laborista en cabeza de Jeremy Corbin presentó una moción de desconfianza (motion of no confidence). La cámara de los Comunes rechazó la moción por una votación de 325 en contra y 306 a favor. Así, el partido Conservador aseguró mantenerse en el poder.

La señora May, sin embargo, no tuvo la misma suerte. Entre enero y mayo hizo toda clase de esfuerzos para lograr u n acuerdo que fuese aprobado por el parlamento y tras fracasar, en mayo anunció su renuncia. Entre mayo y el lunes pasado el partido conservador realizó un proceso para escoger a su nuevo líder. Ganó Boris Johnson.

Hace dos días, en una sucesión de actos muy sencillos el señor Johnson se convertirá en el nuevo primer ministro de la Gran Bretaña. En la mañana Theresa May enfrentó su último debate (Questions to the Prime Minister, coloquialmente Prime Minister’s Questions o PMQs) en los Comunes, ese debate tiene lugar TODOS los miércoles al mediodía y en él la oposición pregunta y el primer ministro responde, es jocoso, ruidoso y apasionante.

Luego de pronunciar un breve discurso de despedida se dirigió al palacio de Buckingham a presentar su renuncia a la Reina. Acto seguido el nuevo líder del partido llegó a Buckingham en donde la Reina lo invitó a formar un Gobierno. Ya ungido, regresó a la sede del primer ministro en el número 10 de la calle Downing y dio su discurso inaugural. Listo, hecha la transición.

La promesa de Boris; cumplirá con el mandato de los electores, y a más tardar el 31 de octubre la Gran Bretaña saldrá de la UE, haya o no acuerdo. Osado y amenazante en las primeras horas de su mandato reemplazó a dos ministros del gabinete de la señora May que habían renunciado por euroescépticos y nombró como consejero senior a un cuestionado Dominic Cummings quien fuera el jefe de debate de la campaña Vote Leave que triunfó en el referendo y ha llevado al Brexit.

Johnson es “diferente”, irreverente, dice lo que piensa y a veces piensa raro, por no decir torcido. Conservador por tanto marcado como de derecha por el progresismo. Como tiene el pelo tendiente al despeluque. Porque da declaraciones y comentarios altisonantes le comparan con Donald Trump.

Trump se refiera a él como my friend Boris y especula que cuando se complete el Brexit, la Gran Bretaña y Estados Unidos tendrán el mejor acuerdo comercial.

Yo no creo que Boris y el peluquín se parezcan ni siquiera en el pelo, el de Boris es de verdad. Creo que Boris es un tipo con una formación académica en Eton y Oxford, elitista pero buena. No es un hombre de negocios, algunos turbios como Donald. Su gestión como alcalde de Londres, cargo que ocupó durante ocho años, electo en 2008 y reelecto en 2012 no tuvo cuestionamientos lo que no puede decir Trump.

Boris es como dirían los paisas, braguetón y por tanto ha tenido una vida romántica “diferente”. Ha tenido dos matrimonios, y dos amantes conocidas y reconocidas por él. Tres hijas y un hijo en su segundo matrimonio y una hija reconocida en una relación con una promotora de arte. Por eso también lo comparan con el peluquín, aunque Boris no tiene fama de abusador, de la que sí goza y con creces Trump.

Ese es el nuevo primer ministro de la Gran Bretaña. Estoy seguro de que jugará un papel fundamental en el desarrollo de la política internacional en los próximos meses. Anunció que la Gran Bretaña se divorciará de la Unión Europea haya o no acuerdo el 31 de octubre de este año. Por otra parte, ha dicho que le Gran Bretaña hará todo el esfuerzo (Will go the extra mille) para logra un buen acuerdo. Veremos.

Yo pienso que la Gran Bretaña tiene que superar la parálisis causada por el Brexit. O se salen o se quedan, pero tienen que avanzar. Hay otros temas de importancia en la agenda de primer ministro que han sido aplazados por el síndrome del Brexit.

Sea lo que fuere Boris nos va a regalar momentos divertidos, confusos e interesantes a quienes seguimos la apasionante política del Reino Unido. Imagino a todos los colombianos que reclaman, basados en su antepasado sefardita, su ciudadanía española y por lo tanto europea, poniéndose al día para saber que le depara el futuro a su nueva patria.

Mientras revisaba la biografía de Boris me encontré con esta perla de Geraint Thomas, el coequipero de Egan Bernal. Dijo “Cuando tenga cuarenta años y esté gordo, sentado en el pub viendo como Egan se gana su décimo Tour de France, podré decir, yo le dije todo”. Gran señor.