Tengo 68 años, en noviembre cumplo 69.

¡Me salvé! de la benevolencia del muchacho presidente.  Hoy leí que tiene 44 años.  Raro, en la telenovela de las seis sale muy canoso ¿se estará pintando el pelo?

Mi hermano mayor tiene 70.  Es y ha sido un tipo mucho más serio que yo.  Se ha cuidado mejor, yo calculo que se fumó una quinta parte de la bareta que sus otros dos hermanos consumimos con intensidad.  Es un tipo muy simpático y de cuando en vez se aplica sus güiscachos, pero mi calculo es que ha bebido el 10% de lo que yo me he jartado en la vida.  Yo no sufro, pero si gozo de sobrepeso. 

Juan Manuel UrrutiaMi hermano mayor se mantiene delgado.  Cuando caminamos juntos por los quebrados potreros de la finca que tenemos en compañía su paso es ágil, firme.  Profesionalmente ni se diga, ha sido un exitoso abogado con un bien ganado prestigio.  Sigue siendo consejero de la firma que fundó mi papá con su hermano y don Camilo de Brigard y que Carlos con socios más jóvenes que él, modernizó la firma hasta convertirla en una de las más exitosas de su rama. Tal vez su mayor defecto es que se siente mi hermano mayor y con frecuencia me regaña, no sin razón debo decir. 

Un tipo así no merece la casa por cárcel.

Una de mis pasiones es el golf.  En los estatutos del club, creado en 1917, se le llama el juego del golf.  No se confundan es un deporte exigente. El segundo deporte profesional que más televidentes convoca fin de semana tras fin de semana en los Estados Unidos.  Uno de los fenómenos del deporte mundial de este siglo es sin duda Tiger Woods.  Yo juego al golf desde los once o doce años.  Desde hace ya varios años, mi retiro me ha permitido jugar tres y hasta cuatro veces por semana.  Juego con dos grupos de amigos, los de los jueves y los de los fines de semana.  Me divierto enormemente.  Mamamos gallo con dedicación y alevosía.  Los buenos golpes son celebrados por los compañeros “parneles” les decimos con el mismo entusiasmo de los rivales.  Los malos golpes producen una felicidad infinita en el rival, no tanto por el triunfo sino por la posibilidad de montársela al oponente.  En el campo somos muy buenos amigos y mejores enemigos.  La palabra “parnel” es una derivación criolla de la palabra partner en inglés, creada por los caddies hace más de cincuenta años y hoy utilizada por todos los jugadores del club.   Todo este rollo para hablar de golf que es la segunda pasión de los golfistas, uno puede acabar de jugar una ronda y quedarse conversando sobre la ronda varias horas.

En mi grupo de los jueves hay varios compañeros mayores de setenta años, muchos de ellos mucho más inteligentes y cultos. Sobresale uno, mi parnel de torneos, el arquitecto Simón Velez, un personaje de una inteligencia, de una vitalidad y de una capacidad que nos asombra a todos, y uno de los mejores, si no el mejor jugador del grupo.  En el grupo de los fines de semana tengo varios compañeros que sobrepasan los setenta años, juegan mejor que yo, definitivamente.  Muestran una vitalidad envidiable.  Empresarios exitosos, trabajadores incansables, seres maravillosos.

¿Se merecen la casa por cárcel?

Me parece terrible que el presidente aparezca canoso a los 44 años, todos los días, en la televisión y siga hablando disque con cariño de “mis abuelitos” cuando nos desprecia a tal punto de ordenarnos la casa por cárcel.  

Jovencito, yo le cuento una cosa.  Sus viejitos nos sabemos cuidar mucho mejor de lo que Usted ha demostrado ser capaz de cuidar al país y si quiere le hago la lista de los “descuidos”.