Todos los años se hacen balances, todos los medios hacen balances. Para quien quiera un balance exhaustivo le recomiendo La Silla Vacía que desde hace varios días ha venido publicando una muy buena retrospectiva sobre lo sobresaliente, en positivo y en negativo de la Colombia de 2014.
Así se transformó el poder en 2014.
Seguro que el lector habrá visto varios balances de fin de año y tendrá su propia escala de valores.
Me propongo hacer mi balance, subjetivo. Es una forma de expresar lo que siento que ha sido 2014.
Me doy el derecho a emitir juicio de valor basado en la subjetividad absoluta. No presento ni la verdad revelada, ni la más documentada retrospectiva de lo que fue noticia en Colombia.
Estas son las noticias que me afectaron y los sentipensamientos que resultaron.
La figura del año en Colombia fue el deporte. He sido, siempre aficionado a los deportes, me gusta el fútbol y el ciclismo y el rugby, en fin me puedo sentar frente a la televisión a mirar un partido de una cosa que se llama “lawn bowls” o de otra cosa que se llama “curling”.
El resumen deportivo de 2014 tiene muchas historias y muchos protagonistas, desde un loco clavadista que se manda desde unos peñascos inverosímiles en un deporte muy extremo, pasando por Mariana Pajón y Catherine Ibargüen que año tras año descuellan en sus disciplinas, hasta llegar al clímax del fútbol y del ciclismo.
Gracias a ellos y a ellas, ya no me tengo que sentar a ver un juego de cricket o una partida de curling o un partido de fútbol local que son aburridísimos.
Siempre hay un partido de fútbol de la liga inglesa o de la española, una parada de la liga de atletismo.
Espero con ansiedad el Tour y el Giro para ver a Nairo y a Heriberto y a una pléyade de jóvenes escarabajos.
Profesionalismo, dedicación, seriedad y humildad. Ojalá muchos jóvenes vean ahí el ejemplo que todos quisiéramos.
La otra cara de la moneda en la Colombia de 2014 la ocupa todo lo que tiene que ver con el Gobierno y las Instituciones. ¡Qué mal!
El episodio de la destitución y la des destitución de Gustavo Petro fue un sainete. Después de un año en el que fue destituido, y en el que los bogotanos firmaron para pedir que se convocara una revocatoria, Gustavo Petro sigue des gobernando a la ciudad.
Y ahora resulta que además de su conocida ineptitud, la percepción de incorruptible de que gozaba se ha ido diluyendo entre historias de cuñados enriquecidos y de contratos amañados.
La fiscalía solo opera para los casos mediáticos. Palacino anda libre y el famoso hacker sigue encerrado e incomunicado en el bunker de la fiscalía cantando una partitura que allá le dictan.
Ha resuelto no resolver el crimen de Álvaro Gómez Hurtado. Prefiere perseguir a quienes como María Isabel Rueda denuncian su inoperancia.
Los jueces y fiscales pasaron del paro a las vacaciones mientras los presos duermen en camiones, y los delincuentes de cuello blanco se pasean impunes.
En los últimos meses, dos instituciones que según casi todas las encuestas figuraban en el primer lugar de favorabilidad andan con su prestigio arrastrado por sus componentes.
Policías dedicados al micro-tráfico de drogas, policías rateros, policías extorsionadores, policías a los que les roban las armas bajo sus narices, policías que coadyuvan (qué palabra fea) a la guerrilla.
Generales del ejército mezclados en escándalos de chuzadas, generales del ejército secuestrados por dar papaya, generales del ejército con serios cuestionamientos éticos y morales por la “perdida de miles de millones de pesos en explosivos pertenecientes a empresas mineras legales” extraño cuando el delito más rentable que hay hoy en día en Colombia es la minería ilegal.
Y el ministro de Defensa campante jugando “bad cop good cop” con el presidente.
El Presidente siente que está gobernando a Disneylandia. Sólo así se explica uno que mientras personajes como el Tino Asprilla tienen que esconderse porque los amenazan, él ande por ahí diciendo que el problema de seguridad es de percepción, joder.
El proceso de paz ¿avanza o no? Uno se va aburriendo con tema.
Las FARC siguen siendo descaradas, arman una histriónica liberación de cinco secuestrados mientras al sexto lo rematan de un tiro de gracia. Anuncian un un cese de hostilidades unilateral e indefinido. Bueno ni tan unilateral ni tan indefinido pues resulta que para ser indefinido tiene que ser bilateral pues si el ejército cumple con su función constitucional de perseguir a los bandidos pues se acaba la tregua.
¿Y la economía? Ni hablar del peluqín. Re elegimos a un presidente que nos contó que todo bien todo bien y resultó que no tanto, pero eso sí el ministro tiene todo bajo control.
¿Qué esperar para 2015?
- Goles de James y Falcao.
- Triunfos de Nario y Catherine y tantos otros.
- Impuestos y otra reforma tributaria.
- Dólares caros
- ¿la Paz?
- Mermelada venteada para las elecciones regionales
- Tuits absurdos de María Fernanda Cabal
Estoy seguro que cada uno de Ustedes amables y pacientes lectores tendrá su propio balance.
A todos les deseo que lo que les pareció malo de 2014 mejore, que lo bueno siga y que sus sueños y deseos se cumplan.
Salud y tiempo para disfrutarla a todos.
