Juan-Manuel-26-300x270El viernes 28 de febrero escribía un requesón sobre los posibles efectos secundarios de la revolución Euromaidán que se inició en noviembre del año pasado y culminó con la estrepitosa caída de Victor Yanukovich.

Con algunas equivocaciones, en esos días, esta columna predecía que esa revolución, que generó románticas fotos de lindas niñas coronadas de flores apoyando a los héroes de la Plaza de la Independencia y llevándoles té, terminaría redefiniendo el equilibrio geopolítico de la región.

Una semana después ya preveíamos que la tal definición se daría en el este de Ucrania, comenzando por Crimea.  Me temía yo una guerra en Crimea, una confrontación entre pobladores de Crimea, los ucranianos pro europeos y  los crimeos pro-rusos, con los musulmanes en medio.

Equivocado estaba.

La historia nos decía otra cosa.

Crimea es rusa.

Lo feo de la feo política en esa zona es haber creado la sensación que Crimea fuese alguna vez ucraniana.

Lo dijo hoy Gorbachov, con el referendo de ayer se ha corregido un error histórico.

En efecto Crimea fue anexada a Ucrania por Nikita Kruschev, sin consultar con nadie, mucho menos con los pobladores de Crimea que en su gran mayoría se han sentido rusos, siempre o por lo menos desde que la península fue conquistada por Catalina la grande por allá en el siglo dieciocho.  Los pobladores de Crimea, los que votaron masivamente, como si estuvieran en Sahagún, en el referendo de ayer, casi todos se sienten rusos.

A mí el Zarputin no es que me fascine.

Su performance como demócrata deja mucho que desear.

La persecución a que se ven sometidos quienes no están de acuerdo con él ha sido implacable y despiadada, con uno que otro cadáver sobre la mesa, aunque sea de mala educación.

El tipo es osado y muy habilidoso.

Tiene, desde que está en el poder una visión de la gran Rusia imperial. Si de él dependiera ya se hubiera hecho coronar Zar de todas las Rusias, en lugar de Presidente de la República de la Federación Rusa (Federación de Rusia es el nombre).

A él al final del día lo republicano le sabe a lo que sabemos, pero sabe que para vender el petróleo y el gas a occidente, necesita mantener una simili democracia.

Sabe, eso sí, que Occidente, justamente por el petróleo y el gas, le pasará uno que otro pecadillo cometido para afianzar su sueño zarputineano.

Cuando la Unión Europea decidió echarle el viajao a Ucrania no calculó la reacción del Zarputín.

Creyeron que con seducir a los Ucranianos pro-europeos para terminar promoviendo una revolución que tumbó al títere Yanukovich bastaba.  Ucrania ha sido un país bisagra desde los tiempos de los grandes imperios europeos y de la Rusia de los zares.  Siempre fue el secreto objeto del deseo de las dos partes, Europa y Rusia.

El ingreso de Ucrania a la Unión Europea de paso a la OTAN implicaba que Rusia entregaría a Crimea sin pataleo, o de pronto con algo de pataleo.

Crimea es absolutamente vital, y estratégica para Rusia  por la base naval de Sebastopol, la única base naval rusa que no está congelada la mitad del año, la que le da acceso al mediterráneo y por ahí a Suez, al medio oriente, al océano Índico.

Perdido el control de Ucrania como resultado de la revolución Euromaidán, el Zarputin se planta en Crimea.

A Crimea no la ocuparon de la noche a la mañana las tropas rusas. Las tropas rusas que aparecieron en Crimea, estaban ahí, en la base de la Flota del Mar Negro en donde el pie de fuerza ruso, antes de Euromadián era de 26,000 hombres y mujeres.

Los votantes que aprobaron, arrolladoramente, la secesión de Crimea estaban ahí.  A esos no los acarrearon en buses, como si fueran para Sahagún o para Montería o para Sincelejo a votar por la U.

La airada reacción de Obama y de los europeos, no es más que un saludo a la bandera.

Las sanciones aplicadas son risibles, les quitan la visa y les congelan los activos a veintiún funcionarios rusos y crimeos.

Qué “suto” diría mi nieta.

La verdad es que esta mano la ganó el Zarputín.

Y la ganó porque arrancó ganando.

Crimea siempre fue rusa.  Ucrania no.

Lo inteligente, si el sector pro europeo de Ucrania y sus nuevos mejores amigos de Occidente, le querían zapatear al Zarputín, hubiese sido estar preparados para entregar  a Crimea.  Para defenderla nunca estuvieron preparados, ni política, ni militarmente.

Entregar a Crimea a cambio de la soberanía absoluta de Ucrania no era un mal negocio.  Ahora con el Zarputín pisando duro en Crimea y amenazando el este de Ucrania, la negociación para Ucrania puede resultar más costosa.

A estas horas la famosa comunidad internacional va a aislar a Rusia ¿cómo?  Si no han sido capaces de aislar a Siria.

¿Para qué se rasgan las vestiduras?  Los crimeos lo que quieren es ser rusos, que es lo que han sido desde el siglo dieciocho.  Las víctimas de la anexión serán los miembros de la minoría tártara musulmana, los ucranianos ya se están yendo.

http://www.rcnradio.com/noticias/putin-afirma-que-crimea-siempre-ha-sido-y-sera-parte-de-rusia-124365

A mí me parece que así Obama diga lo contrario, el referendo crimeo es mucho más legítimo que las elecciones de senado en Córdoba por ejemplo.

El partido apenas comienza.

Va ganando el Zarputín, uno a cero.

Veremos cómo termina y sobre todo qué tanto daño le hace a las comunidades que son las que siempre pagan los platos rotos.