Debate de genero en ColombiaLa teoría de género ha demostrado empíricamente que las sociedades, en menor o mayor grado, adjudican roles de género dependiendo del sexo de las personas. En la mayoría de los casos le otorga un rol dominante el hombre y un rol sumiso a la mujer. No se debe entonces hablar aquí de ideología de género. Es una teoría basada en un importante compendio de datos empíricos que la demuestran.

Reflexiones de Juan Manuel UrrutiaDurante años, desde los tiempos en que me paseaba, literalmente por el mundo, promoviendo la anticoncepción libre y voluntaria siempre pensé que mirar esos asuntos no era posible si no se apoyaba uno en un enfoque de género

El uso del enfoque o de la perspectiva de género en el diseño y ejecución de políticas de salud pública busca generar equidad al asegurar que niñas y mujeres puedan ejercer a plenitud sus derechos en todo lo relacionado con su salud, incluida, obviamente, la salud sexual.

Por ejemplo, el acceso a los conocimientos y métodos para el control total y absoluto de la fertilidad es un derecho esencial de las mujeres y es fundamental para lograr la equidad.

Desde una perspectiva de género, a comienzos de los noventa, empezamos a hablar de salud sexual y de contracepción, en lugar de hablar de salud reproductiva y de planificación familiar.

Desafortunadamente, hoy en día prevalece, en muchos países una cultura que le niega derechos fundamentales a millones de mujeres, solo por ser mujeres. En muchos países africanos y árabes o de influencia musulmana las mujeres no tienen la libertad para determinar su fertilidad.

Hay miles de niñas a quienes se les niega el acceso a la educación. Y millones de niñas que dejan de ir al colegio porque su menstruación es considerada “sucia, impura”.

Esos son asuntos de género influidos por posiciones ideológicas o religiosas.

A esos vejámenes hay que responder con un enfoque basado en una teoría que reconoce las diferencias entre hombres y mujeres y busca la equidad, no la igualdad, desde una perspectiva de derechos. Esa es la teoría de género y nada tiene que ver con ideologías.

La ideología aparece cuando grupos minoritarios, discriminados y en muchos casos maltratados se apoyan en le “teoría de género” para avanzar reivindicaciones que pueden ser justas, pero que no son necesariamente asuntos de género.

Hay hombres a los que les gustan los hombres y mujeres a las que les gustan las mujeres, esas son preferencias afectivas y sexuales absolutamente normales, que han existido desde que existen los hombres y las mujeres. Son hombres gays o mujeres lesbianas. Este grupo puede ser cercano al 10% de la población general.

Hay hombres y mujeres que no se sienten bien con el sexo con que nacieron y quisieran cambiarlo, en diferentes niveles. Son los transexuales. Este grupo es un pequeño porcentaje de la población homosexual o sea un mínimo porcentaje de la población general.

Los hombres y las mujeres, homosexuales, por ser humanos tienen los mismos derechos que los otros, los hombres a los que les gustan las mujeres y las mujeres a las que les gustan los hombres. El Estado y la sociedad deben velar porque no sean discriminados ni violentados en razón a sus preferencias afectivas o sexuales. Para ello debe definir políticas púbicas que son políticas para el público y para lo público y no para una minoría. Ahí no veo en donde cabe un enfoque de género.

Una pareja conformada por dos hombres, o por dos mujeres, que sean íntegros, capaces de amar y de proteger tiene las mismas condiciones que una pareja de mujer y hombre que también deben ser íntegros y capaces de amar y de proteger, para adoptar un niño o una niña y así garantizarle a ese pequeño ser humano el derecho fundamental a criarse en una mi familia que lo ame y lo proteja.

Es cierto que la base de la sociedad es la familia. Cualquier familia. Desde una perspectiva de género esa familia debe basarse en relaciones equitativas. La teoría de género no niega la importancia de la familia, solo propone relaciones diferentes. Por ejemplo, no se espera que el rol fundamental de la mujer sea el de “matter familiae”. Los derechos de las parejas del mismo sexo tienen poco que ver con una perspectiva de género. Son derechos civiles y su adopción no es un cambio cultural, es una obligación de la sociedad.

La adopción es un derecho fundamental de los niños abandonados no de las parejas adoptantes. La idoneidad de los padres adoptantes debe ser determinada por un conjunto de factores que nada tienen que ver con el sexo de quienes conforman la pareja.

Sin embargo, ni se puede plantear que negar la adopción de un niño o una niña a una pareja del mismo sexo es siempre un acto de discriminación.

No se puede plantear que mientras es normal que un profesor le llame la atención a una pareja de un niño y una niña por andarse besuqueando en clase o en el patio de recreo, pero qué si se la llama una pareja de niños o de niñas que andan en las mismas, eso sea considerado como un acto de discriminación.

El derecho a la libre expresión no debe pasar por el libertinaje ni puede ser asumido como un derecho de género.

Nadie debe esperar tratamientos especiales ni favoritismos en razón de su orientación afectiva y sexual. Eso desafortunadamente es lo que buscan los grupos de presión LGTB apoyándose en la ideologización de la teoría de género.

Simplificando

El respeto al otro, sobre todo si es diferente, debe ser el elemento fundamental en las relaciones que debemos promover. Y ese otro puede otra, o ser gordo, flaco, mono, negro, amarillo, L G, T y B. Igual merece mi respeto y sobre todo merece gozar de los mismos derechos que yo, no menos, pero tampoco más.

Y eso se debe incluir en una cartilla que promueva eso, el valor de lo otro, de lo distinto. Una cartilla que le devuelva al arco iris su belleza y lo despoje de contenidos políticos e ideológicos.

Con esa pensadera se me ocurren unas preguntas:

¿Es necesaria una perspectiva de género para enseñarles a los niños el respeto por las diferencias?

¿Se hubiera podido, simplemente, mandar una circular a los colegios diciendo que es obligación que en sus manuales de convivencia se promuevan ante todo el respeto por el otro, y se castigue cualquier forma de discriminación?

Si el gobierno de Uribe había promulgado una cartilla con el mismo contenido ¿Para qué buscar atajos con el Fondo de Población de Naciones Unidas y con Unicef para mandar hacer la cartilla por un grupo de presión como Colombia Diversa?

¿No bastaba con decirle a la corte que se iba a impulsar el uso de la cartilla expedida en 2008 y que se iba a revisar su contenido?

Es hora que la ministra explique y deje de sentirse perseguida y matoneada cada vez que se la cuestiona. Y de paso ¿en qué vamos con el programa y con la ley de alimentación escolar?

Tengo entendido que las cacicas del carrusel siguen reinando en la costa caribe con billonarios contratos.

Imagen cortesía Shawn Watson via flickr