PañalesCuando, con bombos y platillos el presidente Santos anunció el plazo final, final, final, para la firma de un acuerdo de paz, yo pensé, este tipo ya tiene un acuerdo o está cometiendo una tremenda defecada.

Juan_Manuel_UrrutiaObviamente no había acuerdo y lo que queda requiere de una tonelada de pañales.

Yo firmo porque firmo, dijo.

Y las FARC se reían.

Sabían que el presidente se había auto impuesto una camisa de fuerza. Y en su tremendo cinismo resolvieron sacarle a la situación todo el kilometraje que fuese posible.

Con viaje de hermano presidencial y todo, la vaina está más complicada de lo que pensaban los colombianos. En las filas de los que se oponen al mecanismo de la Habana, no a la paz, había una sensación que Santos firmaría cualquier cosa. Siempre ha estado ahí debo confesar.

Algunos, de pronto más con el deseo que con la razón, siempre pensamos que habría concesiones pero que, como decían las niñas del colegio cuando uno se sobrepasaba de pulsaciones, “tampoco tanto”. Es que nos gusta como se le ve el pájaro en la solapa.

Las FARC interpretaron el anuncio de la firma final final final, exactamente como sus enemigos jurados de la derecha colombiana, este tipo va a firmar cualquier cosa.

Y se vinieron con una “hoja de ruta” que no era negociable, o la toma o la deja.

La hojita esa tenía varias perlas. La primera, la dejación de armas, es como el amor de caballo viejo, no tiene fecha en el calendario.

La segunda, los “desmovilizados” podrán circular libremente por todo el territorio de los municipios en donde se encuentran los corregimientos en donde quedarán los campamentos de las zonas de desmovilización.

La tercera mientras se termina la dejación de armas que no tiene fecha de terminación los excombatientes podrán interactuar con la población civil en todas las ocasiones.

Traduzco: “Presidente o firma que vamos a hacer proselitismo armado en todo el territorio o no hay acuerdo. Y de ñapa nos devuelven a Trinidad”.

Et voilá. Lo que se hace mal queda mal hecho. Y el país entero con Hugguies.

¿Feliz Pascua?

Afortunadamente la selección ganó en la otra Paz.

Más afortunadamente aún, se le termina el período al fiscal.

El tipo ya resolvió que Colombia es una dictadura y que el “pueblo no puede revertir los acuerdos con las FARC”.

Señor fiscal el pueblo puede revertir lo que le venga en gana revertir, incluidas todas sus falsas acusaciones contra el uribismo, espere tantito y verá no más.

 

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