RequesonLos ingredientes para fabricar el requesón incluyen leche de vaca, cuajo o bacilos y sal, no hay fórmula fija, cada quien tiene su explicación de cómo se hace el requesón.

Esa es la razón por la que este espacio se llama así.

JMU ELMOLINOLa leche de este requesón son las noticias tal como las leo en los diarios, o las oigo en la radio, rara vez uso como fuente la televisión. La sal se la pongo yo y los bacilos son las historias detrás de la noticia, que encuentro en Internet o en el baño turco, dependiendo.

Los periódicos colombianos tienen pocas noticias, y son generalmente gobiernistas y aburridos. Sin embargo hay columnistas que producen cosas interesantes y que con frecuencia traen leche, sal y bacilos.

El domingo pasado dos de esos columnistas cuentan dos historias a las que no hay que ponerles ni sal ni bacilos, están listas, solo falta re mezclar los ingredientes y listo, queda el requesón, sin necesidad de mayor esfuerzo. Les quedo pues inmensamente agradecido a Salud Hernández quien con frecuencia me nutre de materia prima y a María Isabel Rueda cuya volteada con respecto a Juan Manuel Santos es impresionante.

Cuenta Salud Hernández que visitó el Catatumbo. Y no hay sorpresa.

Pese a las negaciones del Gobierno, era sabido que a raíz del paro armado que tuvo lugar en esa zona hace unos meses, el gobierno “negoció” y fundamentalmente le entregó la región a los cocaleros.

María Isabel no cuenta nada, comenta la noticia de la semana. La reforma fiscal. Inesperada, sorpresiva.

Resulta que el presidente cuando era candidato nos contó unos cuentos. Uno de esos cuentos era que la negociación con los “huelguistas” del Catatumbo había sido un exitoso proceso y que el Gobierno no había cedido en nada. Cuento

Resulta que el presidente, cuando era candidato nos contó que la economía era una de las más sólidas de la región. Resulta que el presidente, cuando era candidato, nos prometió que iba a hacer muchas casas y muchos colegios y muchas carreteras y muchas inversiones para financiar el pos conflicto. Y no prometió que iba a desmontar un impuesto odioso que se llama el cuatro por mil.

De paso creo que ese impuesto debería estar en el libro de records Guiness, pues es el impuesto transitorio que más ha durado. Se lo inventó Andrés Pastrana a comienzos de 1999 entre otros para financiar la reconstrucción del eje cafetero, destruido por un violento terremoto.

¡Quince años de transitoriedad!

Luego Salud fue al Catatumbo y se encontró con una región controlada por cocaleros, bandas criminales, las FARC y el ELN, o sea el paraíso.

Mientras Salud estaba en La Gabarra, el Gobierno anunció una reforma tributaria que aumentaba la base del impuesto de patrimonio de pasadita mantenía la transitoriedad del cuatro por mil, que nótese bien no es un impuesto permanente.

Luego vino el circo de las explicaciones y los bandazos.

El Presidente dijo que la plata era para la educación, el ministro de Hacienda dijo que era para el post conflicto, y el jefe de Planeación dijo que iba a leer la reforma no va y le pasara lo que le pasó con la de la justicia.

De dos plumazos quedó claro que es lo que le importaba al presidente cuando era candidato, “ganar como sea”.

Había que acabar el paro de La Gabarra costara lo que costara.

Había que prometer obras a la gente y mermelada a los barones electorales, había que ganar porque La Paz era muy importante.

Y así quedamos, con La Gabarra en manos de los muchachos y con los bolsillos vacíos a punta de impuestos, que no son para invertir sino para tapar huecos.

Por eso no me gustaba la reelección.

MERMELADA