El domingo el Gobierno y las FARC anuncian que han firmado un acuerdo para el desminado. Se trata de trabajar conjuntamente en la recuperación de miles de minas antipersonales, quiebrapatas les dicen, que la guerrilla ha venido sembrando por años en el campo colombiano. Sin duda la siembra de minas antipersonales en zonas rurales, es un atentado directo contra la población civil, y uno de los delitos atroces por los que el secretariado y demás comandantes de las FARC tendrán que responderle a la justica, transicional, ordinaria o internacional, no importa.
Noticia de trascendental importancia.
Las FARC anunciaron, con algo de descaro, que dejaban de reclutar menores de edad, en buen cristiano aceptaron que reclutaban menores de edad, crimen de lesa humanidad.
Ahora anuncian que han firmaron un acuerdo para retirar o desactivar los miles de minas que sembraron, delito de lesa humanidad. Cero y van dos.
No se puede negar que los dos anuncios nos dan una luz de esperanza.
Lo que uno no puede entender es que esos anuncios se acompañen de innecesarias bravuconadas como las declaraciones de Santrich cuando después de haberse reunido con Koffi Annan, quien les dijo que alguito de cárcel tendrían que pagar, salió a decir que ellos no pagarán ni un segundo de cárcel.
Siempre se ha dicho que el proceso de paz tiene que desembocar en unos acuerdos que se enmarcarán en un sistema o modelo de justicia transicional. Y la justicia transicional propone penas alternas para los jefes del movimiento con el que se está haciendo el acuerdo siempre y cuando haya verdad, reparación y compromiso de no repetición.
Las FARC han aceptado, que reclutaban menores de edad y que sembraban minas antipersonales.
En el segundo caso, el desminado, nos fue mejor que con el primero.
Cuando anunciaron que cesarían el reclutamiento de menores de edad las FARC dijeron que era una medida unilateral muestra de su buena voluntad. Eso no fue fruto de un acuerdo. No hay forma de verificar ni plan de desmovilización de los que están en las filas ni mucho menos se ha hablado de reparación para los miles de hombres y mujeres que fueron reclutados cuando aún eran niños.
Con el asunto del desminado, como es un acuerdo, hay verificación, por parte de una ONG Noruega y hay un esbozo de programa de desminado, que puede tardar hasta diez o más años. Queda faltando el tema, no poco complejo, de la reparación.
Con todo y todo es una muy buena noticia. Quedan dudas, muchas como sostiene Juan Lozano
La mayor de todas las dudas es ¿Cuándo?
El cómo y el con qué están llenos de dificultades, son en sí mismos campos minados. Pero el ¿cuándo?
Es la clave, porque para empezar a desminar hay que estar en un cese bilateral de hostilidades, ¿o no?
Yo estaba listo a aplaudir a Santos hasta que me hizo sentir excluido, mala persona, con su camiseta que decía “cómo no marchar por la vida”. ¿No que él no había pagado la marcha, que no era una marcha del Gobierno?
Más información sobre las minas: Servicio de las Naciones Unidas de Actividades Relativas a las minas