Juan Manuel UrrutiaPasadas las primeras 72 horas se va despejando la niebla respecto de la captura o secuestro del general Alzate.

Todos los comentarios que he escuchado o leído coinciden en que: El Presidente hizo bien en suspender los diálogos.

En este punto nadie acepta que el gesto de paz de las FARC se limite a la liberación del general, de su compañera de infortunio y del cabo que los acompañaba, como mínimo dicho gesto debe incluir a los soldados secuestrados en Arauca hace una semana.

Para el Gobierno fue secuestro

El Fiscal se refiere a retención indebida.

Para las FARC fue captura. El comunicado es explícito.

El comunicado de las FARC tendrá muchos otros y posiblemente mejores análisis. De entrada a mí se me ocurre decir, como diría Hugh Grant en “Dos Bodas y un Funeral”, que el Gobierno tiene menudo encurtido (quite a pickle).

Veamos.

La suspensión de las negociaciones es una clara desviación de lo pactado en el documento inicial, el acuerdo para las negociaciones. Las partes habían acordado que lo que sucediera en Colombia en el marco del conflicto no afectaría ni alteraría las negociaciones.

El Gobierno anuncia constantemente contundentes golpes a las FARC en operaciones de combate, varios cuadros y comandantes han caído y uno que otro ha sido detenido.

De hecho cuando las Fuerzas Armadas dieron de baja a Alfonso Cano, las FARC ya estaban en las conversaciones previas que llevaron al proceso de paz y no se pararon de la mesa.

El Gobierno ha respondido cada vez que los “enemigos del proceso” exigen respuesta a los actos terroristas de las FARC, como el minado de una escuela, el ataque a una ambulancia, la continuación del reclutamiento y uso de menores de edad en sus filas, el asesinato de menores niñas y niños; que una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Que lo que pasa en Colombia pasa en Colombia y se arregla en Colombia y que lo que pasa en La Habana pasa en La Habana.

Las FARC responden igual.

El Gobierno a través de su Ministro de Defensa asegura, cada vez que le ponen un micrófono enfrente, que los bandidos se van para La Habana porque no resisten el acoso al que los tienen sometidos las fuerzas especiales. El general Alzate comandaba la fuerza de tarea Titán, un de esas fuerzas de tarea conjunta a las que se refiere el Ministro, lo que convierte al general en un objetivo militar legítimo.

En su comunicado las FARC dicen: Las cárceles del país están hacinadas de prisioneras y prisioneros políticos y de guerra.

Traducción el General Alzate es un prisionero de guerra y así será tratado.

Me pregunto:

¿Qué va a pasar con los diálogos?

¿Habrá negociación de “presos” para liberar a “los secuestrados”?

¿Se van a volver a sentar a terminar ese proceso que iba tan bien?

General AlzatePase lo que pase, si el proceso continua, ya no será igual dice La Silla Vacía

Coincido con la esposa del general Alzate el tipo tiene que explicar qué hacía en bermudas y sin arma de dotación paseando con la doctora Urrego por los ríos del Chocó ¿obras sociales?

La explicación que dice es posible que al general lo hayan engañado le hace más daño que bien al mismo general y a las Fuerzas Armadas. Si al tipo que mandaron a acosar a la guerrilla lo engañan los guerrilleros qué podemos esperar de otros oficiales menos preparados.

El general también tiene su encurtido. El paseo en bermudas mal visto, como diría Susanita la amiga de Mafalda, se pone muy interesante.

Foto via: La Silla Vacía