vacuna

Al presentador presidente le quedó grande el tema de las vacunas, como todos los asuntos que le competen y que no sean parte del libreto del programa de todos los días.

Desde noviembre, hemos estado preguntando ¿las vacunas cuándo, cuáles, cómo?

En su programa constantemente el presentador explicaba lo complejas que son las negociaciones con las empresas farmacéuticas.  Que los acuerdos de confidencialidad, que las cláusulas de compromiso.   Todo para dejar una cortina de humo.

Juan Manuel Urrutia

La economía sigue postrada.  Pequeños empresarios, comerciantes, gremios, expertos y pitonisas anuncian que al paso que vamos pailas, la economía no se levantará.

El presentador presidente sigue encantado de la vida prorrogando la tal emergencia sanitaria.  Eso le permite seguir haciendo su programa de televisión y gobernar sin que nadie le pregunte nada.  Ni siquiera por qué anda montando en cuatrimoto sin casco.

Vamos a la realidad.  Repito desde noviembre está sobre la mesa una pregunta sencilla ¿Cuándo empieza el tan mentado plan de vacunación?  

Primero sancionaron en solemne acto, cacareado en la telebobela de las seis una ley que el enmermelado congreso aprobó, como si esa ley fuera a producir las necesitadas vacunas.

Luego anunciaron que seguro que en febrero arrancaban la vacunación y que traerían millones de dosis.  Quedamos en 86,000 que no alcanzan ni para una campaña de socialización y promoción de una vacuna a la que le han hecho muy mala prensa.  Que luego a lo largo del año irán llegando muchas vacunas para completar ¿29 millones de personas vacunadas?

La falta de información, o mejor dicho la información fragmentada y a veces contradictoria no permite un análisis de la logística del “plan de vacunación”.  Por experiencia puedo decir que muchas campañas de distribución de productos para los programas de salud pública, léase mosquiteros, antimaláricos, condones, anticonceptivos y otros han fracasado por problemas de simple logística.  Se crea la expectativa, se convoca a la comunidad y el producto no llega, pailas.

En un noticiero alcancé a ver unas gráficas que muestran una enorme variación, de mes a mes, en las llegadas de las dosis a Colombia.  Una falla de inventario y miles de personas se quedan sin la segunda dosis lo que hace que la primera dosis se pierda.

Pero tranquilos el presentador ya firmó el decreto.

Durante los últimos tres años, hasta que el bicho me encerró, participé en el comité técnico asesor de un programa de promoción de nuevos insecticidas para la fumigación domiciliaria en los programas de lucha contra la malaria.  Participaban en el programa cuatro fabricantes que llevan años compitiendo en el mercado de los insecticidas.  Los acuerdos de confidencialidad eran fundamentales para lograr la cooperación.  Nunca los datos de los volúmenes adquiridos y las fechas de entrega hicieron parte de esos acuerdos de confidencialidad.  Eso es pura paja.

Los fabricantes protegen mediante acuerdos de confidencialidad, la formulación de sus productos, la tecnología utilizada, la estructura de costos y otros datos 

¿Pero volúmenes y fechas de entrega? No nos crean tan bobitos.

Si el gobierno del presentador presidente va a empezar a vacunar en febrero, hoy 14 de enero ya debería tener la confirmación del volumen y la fecha de llegada del primer despacho.

¿Por qué no nos ha querido contar?

Se le olvida al presentador presidente que la tan cacareada recuperación económica, el arranque definitivo de la economía depende de la vacuna y que un país que conozca el detalle de como lo van a vacunar será un país optimista o por lo menos con esperanza y hasta donde tengo entendido el optimismo y la confianza son claves para el crecimiento de las economías, eso no se logra con programitas de televisión.

No es politiquería ni gadejo.  Es la realidad, no quieren informar.

Ánimo señor presentador, diga que le pongan en el libreto de la telebobela el detalle de la logística de su plan de vacunación y verá que como dicen en la Luciérnaga el programa de Caracol Radio, ARRIBA RATING