El Trumpetazo

Qasem Soleimani se llamaba el general que murió el 3 de enero en Bagdad.

¿Asesinato?

La Real Academia de la lengua define trompetazo como

  1. Sonido estridente de una trompeta u otro instrumento de viento
  2. Golpe dado con una trompeta
  3. Hecho o dicho inesperado que provoca sorpresa o escándalo.

Le cambiamos una letra y aparece el trumpetazo, que es un hecho estridente, generalmente inesperado, que genera sorpresa y escándalo y que es producido por la forma de gobernar el país más poderoso del mundo por el Peluquín.  

Desde hace tres años, con inusitada frecuencia el mundo amanece, o atardece o anochece aturdido por un trumpetazo.

El 3 de enero el mundo asombrado asistió a un trumpetazo de consecuencias posiblemente catastróficas.

Soleimani era según varios analistas el segundo hombre más poderoso de Irán.  Comandante del Quds, el brazo internacional de la Guardia Revolucionaria Iraní.  Soleimani apoyaba a Bassad el Assad, el tirano sirio, a Hezbollah, el movimiento extremista chiita del Líbano, responsable de muchos ataques a Israel y a otras milicias y grupos terroristas en la región.  Considerado una especie de héroe nacional en Irán, Soleiman también era de la línea dura en un Estado que ordenó dispararles a miles de manifestantes en las protestas que estallaron cuando el gobierno Iraní subió los precios de la gasolina.

Soleimani era considerado por los Estados Unidos, desde hace años, como un terrorista de marca mayor.  Obviamente la CIA y los grupos de inteligencia de las fuerzas armadas norteamericanas conocían el paradero y las andanzas de Soleimani desde hace mucho tiempo y muy seguramente lo hubieran podido fumigar hace rato.  Pero no lo habían hecho porque los antecesores del Peluquín pensaban y luego actuaban.  Él no.

Las circunstancias de la muerte de Soleimani, resultado de un ataque de las fuerzas armadas norteamericanas en Iraq es un acto de guerra y  un asesinato que puede convertirse en el comienzo de una confrontación mayor.  El asesinato exacerba los sentimientos anti yanquis entre los chiitas de la región.  Los sunitas posiblemente respiran un aire de tranquilidad.  Netanyahu, el cuestionado y corrupto jefe de Estado israelita estará de fiestas.

Las implicaciones del trumpetazo se darán en varios frentes.  

Por ahora se sabe que los iraníes aprovecharán la ocasión para acelerar su programa con miras a obtener suficiente uranio enriquecido que les permita ser una amenaza nuclear.  Han jurado venganza y muy probablemente esta se dará mediante un acto terrorista ejecutado por alguno de los proxis iraníes en la región, formados y entrenados bajo las órdenes de Soleimani y que seguramente estarán haciendo fila para vengar a su mentor.  Es más, podría ser posible que alguno de esos grupos tome medidas inconsultas con Teherán incrementando la ya muy preocupante inestabilidad de la región.  Se pregunta uno si estos grupos chiitas no estarán pensando en atacar a sus jurados enemigos sunitas en Arabia Saudita o en algún Estado del golfo.

Es posible que el Peluquín haya ordenado el bombardeo para desviar la atención de los norteamericanos ante la inminencia del juicio de impeachment en el senado y todo parece indicar que los demócratas buscarán evitar que el trumpetazo le produzca los réditos que el Peluquín espera.  La confrontación política en el congreso norteamericano subirá de tono al mismo ritmo que la confrontación del gobierno del Peluquín con los iraníes.

El sancocho tiene todos los ingredientes para generar más desorden en una ya desordenada región.

No se explica una mente ordenada ni el origen ni los motivos de un acto de consecuencias incalculables.  No parece que el Peluquín haya medido las consecuencias de esa acción inconsulta y reñida con el derecho internacional.

Los expertos en inteligencia y los analistas de la escena internacional dicen que la “situación es fluida” para explicar que un país o una región están hechos un relajo.  En la presente confrontación la situación está tan fluida que mientras revisaba este requesón anoche me llegaron las primeras noticias del ataque con misiles iraníes a dos bases militares en Iraq en donde había tropas iraquíes, norteamericanas y de eso que llaman la coalición.  Ahora mismo no se tienen informes precisos de las consecuencias de ese bombardeo y mucho menos de la reacción del Peluquín.