Tengo la impresión que se ha posado sobre Colombia una nube que hace llover desatinos.
Al que más le han caído es al Presidente Santos y a su gobierno.
Desatinada la forma en que desestimó un paro que todos los demás colombianos sabíamos iba a ser grande y violento. Una vez más cogieron al Gobierno con los pantalones en las rodillas.
Desatinada la forma en que dijo que el paro no había resultado tan fuerte. Los “parados” lo han hecho ver candela
Desatinada la forma en que sin necesidad alguna, en el arranque de una caminata, dijo “que el tal paro no existía”. La reculada ha sido fenomenal y le va a costar.
Desatinado el ministro de Agricultura que no le había contado al Presidente que los paperos andan enfurecidos porque no les cumplieron.
Desatinado un Gobierno que dice que no habrá mesa nacional de negociación para acabar sentado en una mesa nacional de negociación.
Desatinado el Presidente cuando acusa sin pruebas, a Jorge Robledo y al MOIR de organizar las protestas violentas en el Catatumbo. Como resultado de la airada reacción que generó el desatino, no puede contarle al país que el mismo Robledo es el que organiza a los encapuchados de las universidades Distrital, Nacional y Pedagógica, que llevan tres días de desmanes en “solidaridad con los campesinos en paro”.
Desatinado el Presidente que presenta a la carrera y con muy poca explicación un sorpresivo proyecto de ley para posibilitar un referendo que aprobaría los acuerdos. Los negociadores de las FARC no tenían noticia.
Desatinadas, perdidas, cínicas las FARC que siguen masacrando soldados y secuestrando.
Desatinado Uribe con su salida a condenar el referendo con argumentos estúpidos.
Desatinado el Presidente que no aprovechó el receso impuesto por las FARC en la mesa de negociación para imponer unas condiciones de seriedad para el retorno de los negociadores del Gobierno.
El Presidente dio papaya con el referendo, las FARC dieron más papaya con la levantada de la mesa y el Presidente perdió la oportunidad.
Desatinado el ex presidente Pastrana diciendo que está más cerca de Uribe. Uno no puede estar cerca de Uribe.
Desatinado el alcalde Petro disfrazado de papero en paro, enruanado, expidiendo por la vía del Decreto el Plan de Ordenamiento Territorial para el Distrito que el Consejo de Bogotá no aprobó y que todos los expertos califican de esperpento.
Desatinada la Corte Suprema que manda detener a Luis Alfredo Ramos para que responda a una indagación. ¿No bastaba con llamarlo a indagatoria y darle la oportunidad de defenderse? ¿Por qué la detención?
No será que los vientos de Agosto se llevan esa nube a ver si regresa la sensatez. O que por lo menos se lleven a los asesores que le proponen al Presidente tanto desatino.
Yo no puedo creer que una persona tan capaz, tan preparada con Juan Manuel Santos acabe como el pato, un pasito una cagadita.
