Hay noticias que lo sacan a uno del humor de vacaciones. Yo me había dado licencia de escritura de requesones hasta pasada la fiesta de reyes que en Colombia se corrió para el lunes 12 de enero.
El miércoles a las 12 del día, en pleno plan vacacionista burgués, almorzando antes de salir a jugar golf con los amigos, vi de reojo la noticia del atentado contra todo perpetrado por salvajes intolerantes.
De un golpe, destruyeron mil plumazos, así como de un plumazo a veces se pueden destruir mil tensiones.
Difícil encontrar una publicación más libre y libertaria que Charlie Hebdo. Descarados, subversivos, cómicos hasta la histeria, irrespetuosos siempre.
¿Inconscientes? No, valientes hasta la médula. En septiembre de 2012 el director de Charlie Hebdo explicaba la posición filosófica con relación a las caricaturas y referencias a Mahoma. Era consciente de la amenaza, sus dibujantes y editores también.
Mi amigo Mauricio Rubio publicó el jueves un artículo reseñando un nuevo libro que se publica por estos días y que Charlie Hebdo también reseña.
Que cada quien piense su relación con el Islam y con los extremistas, con la convivencia y con la intolerancia, con la libertad y el temor continuo.
Y hasta ahí. Hay mil palabras o no hay palabras.
Por ejemplo una pensadera válida es esta.
