Coche bomba en BogotaLo de la Escuela fue una bomba, el petardo es el Ministro de Defensa.

El terrible y cobarde atentado terrorista cometido por el ELN contra la sociedad representada por los cadetes de la escuela General Santander produce rabia y dolor.  No debe, sin embargo, producir miopía o ceguera.

Varios asuntos:

Reflexiones de Juan Manuel UrrutiaLas reacciones emocionales son lógicas, explicables, pero no les quedan bien a los estadistas.  Puedo estar equivocado, pero creo que de la misma rabia Duque se apresuró a presionar a Cuba para que entregue a unos terroristas que Cuba no va a entregar. Si son terroristas, siempre lo fueron y siempre lo serán.  Si son secuestradores, siempre lo fueron y siempre lo serán.  Pero para bien o para mal Colombia tenía un protocolo con un país mediador para que los diez “negociadores” que nada estaban negociando, por ahora, estuviesen en Cuba.  La reacción apresurada del Gobierno se tomó sin hablar con el mediador, sin medir las consecuencias.  Si Cuba no entrega a los diez “negociadores” ¿qué hacemos?  Romper relaciones con Cuba, y eso ¿paqué sirve sumercé? Insisto me parece apresurada la decisión del presidente.  Y lo peor me parece que es una medida para la galería, para que la gente diga “ahora si tenemos presidente berraco”, una medida sin consecuencias reales.  Eso no hará que cesen las actividades terroristas de los elenos.  Eso no hará que podamos captura juzgar y condenar a ningún comandante.

Los videos que aparecieron este fin de semana en Noticias Uno me dejaron sentado en un charco, anonadado.  Resulta que el ministro de defensa en una rueda de prensa de más de hora y media, en la mañana del viernes, nos explicó que la camioneta Nissan cargada de explosivos había forzado la entrada por la puerta dos de la Escuela, aprovechando la salida de un camión y que había explotado. ¡Mentira!  La camioneta en cuestión pasó más de 40 segundos paseándose por las calles de la escuela, sin que nada le sucediera.  Le preguntan al ministro de defensa y su respuesta es que “estas no son horas de cuestionar a la policía”, insinuando que preguntar ¿qué diablos pasó con la seguridad en la Escuela? es culpar a la Policía cuando los culpables son los terroristas.

No me crea tan pendejo señor ministro.  Yo desde el mismo viernes me he estado preguntando ¿Cómo es posible que le Escuela General Santander, en donde se forman los oficiales de una policía que tan certeros golpes le ha dado a los criminales, sea TAN vulnerable?  Eso no quiere decir, señor ministro que yo le está echando la culpa del atentado a la policía.  Si creo, eso sí, que el director de la escuela les debe una explicación a los familiares de las víctimas y a la Nación.  Y Usted señor ministro nos debe una disculpa por las mentiras del viernes.

Relataba, Néstor Morales, en Blu Radio, hoy en la mañana, que fuentes de inteligencia militar dicen tener conocimiento de la creación del frente urbano del ELN y de exitosos procesos de reclutamiento de “simpatizantes en universidades y aún en colegios.  Yo tenía la misma información proveniente de un oficial de inteligencia que la compartió en una reunión.  En esa ocasión se nos dijo que se sabía que hay un proceso de radicalización de jóvenes en las universidades y colegios.  Et voilá, diría mi profesor de francés.

La cúpula de la policía nos debe una explicación. Deben aclarar porqué un centro militar tan importante estaba tan mal protegido, con tan poca seguridad, en una ciudad en donde la inteligencia militar tenía conocimiento del a activación de un frente urbano de un grupo alzado en armas especializado en la cobardía de los actos terroristas.

El paseíllo de la camioneta Nissan por la escuela deja mucha pregunta y la única respuesta inaceptable es la que ha dado el ministro de defensa.

Bien la marcha.  Se vio quién es quién.  Fueron todos menos Petro, Iván Cepeda y los congresistas de las FARC.

Imagen via INFONews

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