En febrero cuando llegó el primer lote de vacunas criticaba al presentador presidente por la forma en que resolvió sacarle provecho político a un hecho que algo de significancia tenía pero que no daba para la pompa, la circunstancia y las fotos con la V de la victoria.

En el impulso el presentador le anunció al país que se iniciaba el “mejor plan de vacunación del mundo mundial universal” y que gracias a la excelente gestión de su equipo de gobierno 35 millones de colombianos estarían vacunados al final de año, lográndose así la inmunidad de la manada.

La vida castiga la soberbia, la mentira y la exageración o como dice el dicho “más rápido cae un mentiroso que un cojo”.  No creo que el presentador haya mentido de intento, él estaba leyendo el telepronter.  

Juan Manuel Urrutia

Su asesor de comunicaciones, le dijo, hagamos ruido con la vacunación que eso es bueno.  Pues no.  No les salió.  Cuando uno no controla todas las variables es mejor quedarse calladito, low profile que llaman.

Yo no quiero caer en la generalizada trampa de acusar a los gobiernos, ya sean los locales o el nacional de ineptitud ante la pandemia.    Creo que el pinche bicho del Covid se la pudo a tirios y troyanos.  Y ola tras ola se hace más virulento y más mortífero.  La gente está cansada de encierros y cuarentenas y restricciones y apenas puede se las pasa por la faja.

Los países que han logrado procesos de vacunación más acelerados ven el futuro con optimismo, mientras nosotros estamos sumidos en un marasmo de desconcierto y críticas.  El plan de vacunación diseñado por el gobierno ha mostrado unas falencias que yo atribuiría al afán impuesto por una promesa que no se podía cumplir.  

Al anunciarle al país que se contaba con suficientes vacunas para iniciar un plan de vacunación masiva el gobierno cometió el primer error.  Para cumplir con el objetivo de vacunar a 35 millones de personas, es decir de aplicar setenta millones de dosis, era necesario rápidamente llegar a un promedio diario de 216,718 dosis.  Y eso no sucedió.  Así las cosas, habiendo completado 3,979,575 dosis al corte del 20 de abril, lo que da un promedio diario de 61,382 dosis en 64 días, se ha acumulado un déficit de 155,336 dosis diarias, es decir que a la fecha se ha dejado de administrar 9,941,511 dosis que se hubieran debido administrar si se quería cumplir la meta inicialmente fijada por el presentador presidente.  

Como las cifras no le dan, el gobierno cambió el discurso.  Anunció que en abril se llegaría a más de 4 millones de dosis administradas, lo que se cumplió en el corte del 21 de abril seguramente.  Esa nueva meta reconoce que la promesa inicial no se va a cumplir.    Y ahí viene el segundo error.  Ante la incertidumbre y las constantes críticas el gobierno anunció que en abril llegarían al país 8 millones de vacunas, no han llegado ni siquiera tres.  El gobierno ya corrigió la meta, lo hace con frecuencia, y anuncia que en abril no llegarán sino algo más de tres millones de dosis pero que eso si en mayo llegarán 5 millones de dosis.  Sin embargo, el gobierno promovió la vacunación acelerada y los biológicos disponibles, sobre todo el del a firma china Sinovac, se utilizaron apresuradamente para aplicar la primera dosis sin contar con las existencias aseguradas para la segunda dosis.

En resumen.  No se ha administrado el número de vacunas que se había prometido.  No se ha recibido el número de vacunas que se había anunciado.  Durante las dos últimas semanas se multiplican los reportes de incumplimiento de las EPS en la aplicación de la segunda dosis, sobre todo con la vacuna de Sinovac.  Y para rematar el panorama se oscurece con una tercera ola que ha generado tasas de contagio más altas y una mayor mortalidad.  La mayoría de las ciudades capitales están con sus UCIs a tope, los médicos están teniendo que aplicar el “triage ético” es decir a escoger quien vive y quien no.

El portal “time to herd” muestra un panorama desolador, con base en las cifras reportadas por el gobierno de Colombia se estima que llegaremos a la inmunidad de manada, es decir a los 35 millones de colombianos que el presentador presidente había dicho que estaríamos vacunados el 31 de diciembre de este año, en 748 días, es decir el 10 de mayo de 2023.

Culpar de esto al gobierno del presentador presidente únicamente, es injusto.  Es necesario eso sí que desde el gobierno nacional se entienda que es perentorio corregir la plana.  

Yo tengo la impresión de que los asesores del presentador presidente siguen pensando que todo se arregla con discursos y palabras.  Anoche se informaba que ante los problemas presentados se va a reagendar el plan de vacunación.  ¿Eso que quiere decir?

El plan nacional de vacunación ha sido exitoso para cerca de 4 millones de colombianos que han recibido la primera dosis y para algo mas de 2 millones que ya han recibido las dos dosis.  Las historias de los usuarios del sistema que han recibido su vacuna son positivas, el proceso está bien organizado, salvo contadas excepciones no ha habido grandes colas ni esperas. El sistema funciona y parecería tener la capacidad de responder a la necesidad de aceleración que es urgente pero que no se logrará cambiándole el nombre a las cosas ni anunciando con bombo y platillo el cumplimiento de metas que más que mostrar éxito son las pruebas de un sistema que no arranca.