NYPostLa política es así. Se gana o se pierde.

El que un partido en el poder desde hace seis años pierda una elección no puede sorprender a nadie.

Juan Manuel UrrutiaPero que le den semejante muñequera no deja de ponerlo a uno a pensar.

Hace seis años cuando Barack Obama ganó la elección presidencial, estaba yo viviendo en Suráfrica trabajando para una organización de los Estados Unidos.

Recuerdo vívidamente la felicidad de la gran mayoría de mis colegas.

Las celebraciones de las noches siguientes y la euforia con que Washington y los Estados Unidos recibieron a su primer presidente negro en Enero de 2009 se fueron disipando algo pero anoche cayeron como coco maduro.

La derrota a que fue sometido Obama y la que sufrieron muchos de los candidatos demócratas apoyados por el Presidente no se veía desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

El partido demócrata perdió la mayoría en el Senado, el partido Republicano aumentó su mayoría en la cámara baja. Los demócratas también perdieron gobernaciones que no se soñaban con perder.

En las elecciones de “mitaca” generalmente las batallas son individuales, circunscripción por circunscripción, estado por estado.

Esta vez sin embargo, los republicanos, como los demócratas en 2006, lograron convertir las elecciones en un plebiscito en contra de Obama cuya popularidad estaba en uno de sus puntos más bajos.

No que la de los republicanos estuviera mucho mejor, pero lograron una victoria que los lleva a una mayoría abrumadora, la más alta es sesenta años, en la Cámara de Representantes.

Masiva ¿victoria de la derecha?

Quién sabe.

Monstruosa derrota del Nobel de la Paz.

Peligran la reforma estructural de la salud bautizada Obamacare y la posibilidad de una reforma al régimen de inmigración, las dos grandes apuestas de Obama.

En medio de la avalancha de derecha, los votantes de la capital del Imperio legalizaron la marihuana para uso recreacional, para la felicidad de Juan Manuel Galán, imagino.

Hace 40 años eso hubiera dado para un parrando vallenato de varios días en la Guajira, ahora supongo que celebrarán los cultivadores de California mientras la DEA sigue persiguiendo a los cultivadores de marihuana fuera de los Estados Unidos.

Estoy seguro que habrá análisis mucho más serios y profundos.

En mi superficialidad me imagino a los Clinton, Hillary, Bill y Chelsea celebrando ya que la derrota de Obama puede ser la plataforma de lanzamiento de la presidencia de Hillary.

La masiva victoria republicana puede convertirse en un caso de eyaculación precoz si sus líderes no tienen cuidado con los excesos sectarios que los llevaron a esa victoria.

Tanto Obama como el senador Mitch McConnell tendrán que escoger con cuidado los temas y las batallas que quieren dar.

Imagen portada del Huffington Post

Apabullados demócratas