Segunda entrevista de candidatos en Blu, le toca el turno a Clara López, candidata del Polo Democrático Alternativo.
Llega Clara López con un bagaje complicado a estas elecciones.
El Polo gobernó a Bogotá durante ocho años con resultados malos los primeros cuatro y desastrosos los segundos.
Luego, salido del Polo y hombre de izquierda Gustavo Petro ha logrado superar, eso sí sin corrupción, la catástrofe del torómbolo Moreno.
Para rematar el respaldo del Polo a la dictadura del maduro, y la influencia de algunos miembros de su partido en los desmanes contra Transmilenio en Bogotá, denunciados por Petro, y en los bloqueos y ataques a los transportadores durante los paros agrarios lo ponen a uno en guardia.
Confieso que me senté a oír la entrevista con un alto nivel de prevención.
Me moría de pereza con la posibilidad de un discurso de corte mamerto y antagónico como el de Robledo o sus amigos del MOIR, o como el de Cepeda y sus amigos de las FARC.
Como lo hizo cuando fue alcaldesa de Bogotá me sorprendió, grata, muy gratamente.
No cayó en la tentación de despacharse contra Zuluaga ni contra Uribe.
Con una voz mesurada, que le cae muy bien a uno después de los alaridos de César Gaviria y de las barrabasadas de Uribe, Clara dijo tranquilamente que respeta la decisión de Oscar Iván Zuluaga de seguir en la contienda electoral y lo invitó a explicar su conducta.
Pare ahí. ¡Muy Bien!
Propone Clara cosas obvias para un candidato de izquierda, pero lo hace en forma que no es amenazante porque es inteligente.
Se necesita un viraje en el pensamiento económico, eso lo propone también el economista de moda Piketty.
Su discurso muestra su formación de economista.
Es bueno, es sólido.
Propone renegociar los tratados de libre comercio, lo que ni me sorprende ni nos debería asustar. Le trataron de 
poner una cáscara y le dijeron que si los quería tumbar.
Clara contestó muy serena que re negociar es sentarse con la contra parte y volver a negociar.
Como Piketty arremete contra la inequidad y la concentración de la riqueza. ¿Quién no?
Pero no se desmanda con propuestas mamertas de nacionalizaciones.
Por su ideología no es amiga de la privatización de lo público, pero hasta donde entendí no se propone reversar lo que ha sido exitoso.
En cuanto al otro monstruo come cabezas, la minería, de nuevo se aparta de visiones extremas.
Claro está que replantearía el tema de las regalías, dice que deberían ser más altas, lo que no suena absurdo si uno mira los balances de las empresas mineras y los lujos de sus ejecutivos.
Propone repensar el tamaño del Estado, hacia arriba.
Dice que se requiere un Estado sólido, capaz de controlar la actividad privada y de direccionar el gasto público. Con gran inteligencia propone como ejemplo de Estado que funciona bien a los Estados Unidos, el monstruo imperialista, el símbolo del capitalismo salvaje.
Ya en el detalle hay cosas que a uno no le gustan.
Pero es que no tiene porqué ser monedita de oro. Que la educación debe ser toda gratuita. Eso no ha funcionado bien. La primaria debe ser gratuita, la secundaria de pronto.
De ahí en adelante creo que funcionan mejor los subsidios condicionados, así en algunos casos el subsidio sea de 100%, pero debe ser condicionado.
Los estudiantes eternos que no pagan un peso en la UNAM en México le cuestan demasiado al Estado y no producen nada. Se quedan toda la vida templando el tiple y nunca tocan una melodía.
No le oí nada dramático en sus propuestas de salud. Más bien me pareció que lo que propone tiene todo el sentido del mundo.
En conclusión se me ocurre decir que la Clara López de hoy me gustó. No me gusta de donde viene políticamente. Me asusta su compromiso con gente que creo le ha hecho mucho daño a Colombia.
Para terminar si se trata de un voto de género, es millones de veces mejor que Nohemí, tan bonita y tan elegante. Es de lejos lo mejor que ha presentado la izquierda.
Pero es la izquierda.
Veremos cómo se le compara Martha Lucía.
(Para las regiones en que el audio de abajo no funciona, pinche aquí para escuchar la entrevista)
Image via BLU
