Juan Manuel UrrutiaEl che africano bautizaron a Thomas Sankara. El líder izquierdista de la república de Alto Volta, independiente desde 1960.

Sankara, capitán del ejército se tomó el poder en un golpe de Estado en 1983 y en 1984 le cambió el nombre a Burkina Faso.

Impuso su ideología izquierdista, mamertísima.

Fue considerado como un gran líder por las juventudes africanas de los ochentas, todas igualmente mamertas, sobre todo en las ex colonias francesas en donde la influencia de los cooperantes sobre los jóvenes educandos de las escuelas apoyadas por el Estado francés.

Esos cooperantes supuestamente enviados a liderar la expansión de la lengua y la civilización francesa, todos revolucionarios de mayo 68, acabaron siendo definitivos en la expansión de las ideologías predominantes en la Francia que hizo Mayo 68 y eso duró hasta bien entrados los años setentas.

Burkina, como Mali y Níger, fue otro experimento fracasado de economía comunista o “centralmente planificada”.

Entre 1960 y 1983 hubo cuatro gobiernos todos resultantes de golpes de cuartel.

El quinto golpe de Estado lo dio Blaise Compaore. Reemplazó a su amigo Sankara, asesinado por soldados, que se había tornado demasiado extremista para su gusto.

Compaore llevó a cabo reformas democráticas limitadas e impulsó una “economía de mercado” más alineada con las recomendaciones del FMI.

Le “Beau Blaise” le decían, el “bello Blaise”.

Ganó cuatro elecciones la primera por un margen normal y las siguientes con más del 80% de los votos.

Dirigió los destinos de Burkina durante 27 años, enfrentando varias crisis.

No logró sacar a su país de la pobreza y sus prácticas en materia de derechos humanos han sido cuestionadas.

Se le acusó de suministrar armas en una que otra “guerra civil” en África.

Por esas cosas tan africanas, Compaore se convirtió en un jugador clave en los asuntos internacionales en África Occidental.

Estuvo aliado con Kadaffi y con Charles Taylor el monstruo de Liberia. Jugó un papel determinante en la solución de crisis en Guinea Conakri, Mali y Togo. Finalmente Compaore jugó un papel definitivo en el acuerdo de paz en Costa de Marfil.

Lo tumbó la población, hoy. Lo reemplaza un Traoré.

Los Traoré son como mis antepasados Carlos y Jorge Holguín, siempre disponibles y dispuestos a reemplazar a un presidente en desgracias. O más bien como los Pérez, así.

En efecto yo he conocido a influyentes Traoré en Mali y en Níger en donde trabajé.

A Burkina nunca llegué.

El vuelo en que iba a tratar de evaluar el potencial de abrir un mercado para condones en los años noventa se tropezó con el Armatan, las tormentas de arena del Sahara, y tuvimos que dar media vuelta y regresara Abidjan, yo feliz, esa era una gran ciudad en los noventa antes de la guerra civil.

Ouaga Dougou siempre ha sido un hueco en medio del sur del Sahara.

¿Qué será de Burkina Faso?

¿Tendrán su primavera democrática o será que mi general Traoré se instala en el poder?

Mientras eso sucede recuerdo a Mamadou Traoré, un nigerano (de Níger) que era el conductor de uno de los vehículos con que recorríamos el Sahara vendiendo condones.

El gerente del programa en Níger, Ñandu Koulibali se convirtió en ministro de Salud de Níger.

Un día mi amigo David llamó a felicitar a Ñandu por su nueva posición.

Le contestó un tipo muy serio que le dijo que el ministro estaba ocupado.

Preguntó que de parte de quien y David le contestó que de David y el tipo pega el grito “David, soy yo, Mamadou , ahora soy el jefe de gabinete del ministerio, ya le pasó a Ñandú”.

Voilá esa es la movilidad en África Occidental. Y los Traoré son como los Pérez, están en todas…partes.

Mapa: Wikipedia Commons

Burkina Faso