Presidente Iván DuqueJuan Manuel Santos creó la Fundación Buen Gobierno como un centro de pensamiento que a la postre será la que mantenga su legado como presidente, decía yo entre chiste y chanza hace un par de días que da la impresión tendrá que crear la Fundación Desgobierno para que asegure el suyo.  

Colombia no está mal gobernada en manos de principiante, está des gobernada.

La última semana nos mostró por todos lados la ineptitud del gobierno.

Reflexiones de Juan Manuel UrrutiaLos facinerosos narcotraficantes protegidos por el maduro anuncian un paro armado.  El gobierno se apresura a decir que no se deja amedrentar y durante cinco días las poblaciones de un buen pedazo de Colombia, Arauca, Norte de Santander, parte del Cesar, todo el pacífico, Cauca y Nariño, pasaron las horas escondidos en sus casas, porque, aunque Duque no se dejó amedrentar, a ellos si los amedrentaron.  El discurso del Presidente, irrelevante.

Los venezolanos le pusieron la mano a Aida Merlano.  A Duque y su canciller de pacotilla no se les ocurre nada mejor que tratar de dar un golpe de opinión pidiéndole la extradición de la exsenadora al inexistente gobierno de Juan Guaidó.  El maduro con su descarada e irónica habilidad se apresura a explotar semejante papayazo, organiza una audiencia/rueda de prensa en la que la señora Merlano es presentada como víctima de toda clase de persecuciones y amenazas por parte del establecimiento político colombiano.  El resultado la Merlano seguirá campante en Venezuela, protegida por el régimen. El discurso del Presidente, irrelevante.

Desde su campaña Duque siempre sostuvo que en su gobierno se erradicaría el clientelismo, la famosa mermelada.  Durante diecisiete meses el gobierno trastabilló constantemente por falta de eso que llaman gobernabilidad y que es básicamente una masa crítica en la clase política que apoye sus iniciativas.  Tratando de crear esa masa crítica, le entrega a un reconocido politiquero un ministerio que será fundamental para el desarrollo de la agenda del Gobierno pues por ahí pasarán dos reformas que no pueden seguirse aplazando, la de las pensiones y la laboral.  El nombramiento de Ángel Custodio Cabrera en el ministerio de trabajo no convención ni siquiera a su propio partido.  Pura mermelada y mal untada de paso.

El presidente está encerrado con el “alto gobierno” en Hato Grande planteando la agenda y la estrategia para ¿corregir el rumbo?, eso esperan los colombianos.

Pasando a la colombianada de la semana

Austeridad anunció Duque.  Lo que no sabíamos es que aplicó la austeridad al presupuesto de su familia y de los amigos de su familia y los mandó a pasear a Panaca en el avión presidencial, el FAC 002, el famoso Fokker, bautizado el Fonsijet por Klim por un famoso paseo de la familia presidencial ampliada a Holanda.  El mismo que usó César Gaviria para mandar a recoger una papayera a Valledupar para que viniera a Bogotá a celebrarle el cumpleaños a la primera dama.  Cabe anotar que Gaviria acabó pagando el viaje, pero la indelicadeza quedó.

Para explicar semejante aberración, el presidente Duque mandó como vocero a un siniestro personaje llamado Hassan Nassar.  Al señor Nassar se le ocurrió que la mejor defensa era el ataque y de manera poco elegante se le ocurrió cuestionar la autoridad moral de Vicky Dávila porque en tiempos del gobierno de Santos se montó con su marido en el avión presidencial con ocasión de un viaje a Roma.  Y doña Vicky peló el cobre.  El incidente ha sido comentado a diestra y siniestra.  Tanto doña Vicky como el señor Nassar son supuestamente periodistas, pero en este incidente dejaron su profesionalismo mal parado.  El vocero del gobierno dejó el episodio del paseo familiar sin explicación y doña Vicky dejó en claro que es una mala persona y una peor periodista.  

Para rematar en su columna en la revista Semana, en la que pretende pedir perdón doña Vicky dice que a “nadie le queda duda de mi posición crítica frente a Juan Manuel Santos.  A ver doña Vicky no hable paja.  Quienes estuvieron cerca de Juan Manuel Santos durante la primera parte de su gobierno recuerdan otra cosa.  Usted se volvió venenosamente anti santista después de su salida de RCN a causa del episodio en el que violó la intimidad de un funcionario público en su afán de mostrar una red de prostitución que fue llamada la “comunidad del anillo”.  EN esa ocasión los colombianos fuimos testigos de lo que es capaz doña Vicky.  Ella por su parte no le perdonó, ni le ha perdonado, a su amigo Juan Manuel Santos que no la hubiera defendido.

He leído cuidadosamente la columna de la señora Dávila, titulada Me Equivoqué, y me parece una monstruosidad.  En lugar de aceptar realmente su culpa, cree que con decir “quiero excusarme” en su primera frase puede proceder a atacar personalmente a los periodistas que han cuestionado su salida de la ropa como Néstor Morales y Camila Zuluaga a quienes ataca con nombre propio.  No sé a mi me pareció de mala leche la columna de doña Vicky.