Plebiscito en ColombiaDesde que se anunció el acuerdo preliminar hasta hace unos días he escrito muchas columnas sobre el proceso de paz. El lector conoce mis críticas, mis preocupaciones, mis angustias.

Reflexiones de Juan Manuel UrrutiaTengo entrañables amigos que muchas veces me felicitaron por mi posición crítica. Otros igualmente entrañables le dieron la bienvenida a las columnas en donde apoyaba lo bueno que ha tenido el proceso.

Traté de ser transparente y manifesté unas y otras con honestidad intelectual al extremo que muchas veces me dijeron que estaba como una veleta. De pronto.

Sigo preocupado por el futuro que les espera a miles de niños y niñas que fueron reclutados y cuyo presente desconocemos.

Me sigue pareciendo que el Gobierno hubiera podido ser mejor en la divulgación y la promoción de los acuerdos. La frase de la más reciente publicidad, que oí esta mañana en la radio y que dice que con la firma del acuerdo final se desmovilizan las FARC y como resultado se acaban los secuestros, la extorción, la minería ilegal y el narcotráfico crea por lo menos falsas expectativas y en realidad es mentirosa.

Entiendo que los de mi generación a quienes esta guerra de 50 años se nos ha vuelto tolerable, y a quienes nos cuesta perdonar tanta barbarie, nos seduzca la promesa de una mejor negociación y por ende el NO.

Yo pienso que tenemos que darle la oportunidad de la paz a quienes trajimos a esta Colombia, nuestros hijos y nietos y bisnietos

Porque las nuevas generaciones piensan y sienten muy parecido a la directora de Semana Sostenible que es viva prueba que los hijos son mejores que sus padres, quiero invitar a los lectores del Requesón a que lean su editorial de esta semana: Sí

Y voten como bien les parezca, pero voten. Más que una victoria aplastante de una u otra tendencia, la PAZ de Colombia se merece una votación masiva en el plebiscito.