Oh gloria inmarcesible, oh júbilo inmortal.

Tenemos presidente.  No muchas vacunas, pero tenemos presidente.

Orgullo de Colombia, ejemplo para el mundo.  Me emocionó hasta las lágrimas, me puso la piel de gallina, la foto del presentador presidente con chaleco anaranjado, acompañado de ilustres miembros de su gobierno haciendo unos la V de la victoria y otros lo que en muchas culturas significa “UP YOURS” (algo así como tome pa que lleve”) en el aeropuerto recibiendo las vacunas para inmunizar a un importantísimo número de colombianos.  Confieso que me hicieron falta, la señorita Colombia, el mariachi, el carro de bomberos y los voladores.  

Imagínese Usted que con el contenido del contenedor(sic) que llegó hoy, van a poder vacunar a ¡25,000 colombianos! 

¡Llegaron las vacunas, llegó la salvación, gracias señor presidente!

No he visto la foto de Boris Johnson, ni de Benjamín Netanyahu ni de ningún líder de países importantes recibiendo las vacunas.  Ni siquiera a Kim Jong-un o al maduro

Duque es un BERRACO, no JODDA!!!!  El único.

Los colombianos que son mezquinos y envidiosos no resisten la tentación de criticar todo lo relacionado con la llegada de las vacunas.  No aceptan que las vacunas son la salvación y sobre todo no le quieren dar las gracias al señor presidente.  

Dicen que son muy poquitas.  Dicen que llegan tarde.  Dicen que Colombia es el onceavo país más golpeado por la pandemia y que sin embargo más de setenta países recibieron la vacuna antes que nosotros.  Exigen conocer los contratos, las fechas de entrega, en fin los detalles.  No hay derecho, estar a estas horas molestando a Duque, semejante calidad de presidente que además se ha convertido en la estrella de la televisión.  Me informan que, con el episodio de ayer, en el aeropuerto, vestidos de anaranjado, convencieron a Netflix de que suba la serie “Prevención y Acción” a su plataforma.

Dicen que la campaña de vacunación empieza en Montería y Sincelejo para que la puedan supervisar desde el Ubérrimo y que la enfermera que van a vacunar de primeras, es uribista.  Politiquería, envidia.  Colombia entera debería estar cantando al unísono:

¡Llegaron las vacunas, llegó la salvación, gracias señor presidente!

Yo solo tengo una preocupación.  Que, al mejor presidente y presentador del mundo se le vaya a dar por hacer un especial, para Netflix, de la forma de rendir la vacuna con jugo de naranja, para así con 50,000 dosis poder vacunar a muchos, muchos colombianos.  Me imagino que en los acuerdos de confidencialidad se trató el tema en un parágrafo en el que se define que eso “no, eso no se puede hacer, así uno queri”.

¡Llegaron las vacunas, llegó la salvación, gracias señor presidente!