pajazo mentalViernes cinco PM, Fonseca canta con Richard Branson, Imagine la canción de John Lennon.  Hemos llegado al clímax del concierto para Venezuela.

¡Fuera Maduro, Libertad!  Claman más de cien mil personas.

Sábado cinco PM, las imágenes de los noticieros muestran el caos, la represión, el incendio de los camiones.  El maduro anuncia que rompe relaciones con Colombia. Los organizadores de la operación de ayuda humanitaria denuncian la monstruosidad del régimen, mandan guardar lo que queda y anuncian que van a ver qué hacen.  Anticlimax.

Lo que vivieron los ilusionados venezolanos y colombianos que creyeron que la ayuda humanitaria pasaría la línea fronteriza fue un “pajazo mental” y como decía un amigo, “la masturbación es tan tan rica pero se siente uno tan tan solo”.

Eso es lo que sienten hoy millones de venezolanos que creyeron que con canciones y camiones cesaba la horrible noche.

Veamos.  Durante veinte años, como empleado de empresas contratistas de USAID, puedo dar fe de las buenas intenciones de esa agencia en la gran mayoría de los casos.  Durante veinte años de estar vinculado con procesos de ayuda humanitaria, en Haití, en el Eje Cafetero en Colombia, en la frontera de Ruanda y Burundi, en Siguinchor en Senegal siempre entendí que la ayuda humanitaria debe estar basada en tres principios, independencia, imparcialidad y neutralidad.  Y digan lo que digan la imagen de Guaidó montado en una “gandola” liderando la “entrada” de la ayuda a Venezuela le quitó el carácter de humanitaria a la ayuda.

Se pregunta uno ¿ingenuos?  De verdad creyeron que quienes manejan al maduro iban a permitir la entrada de tan siquiera una barra de proteína o una aspirina que los venezolanos identificasen como un aporte de Guaidó y de todo lo que representa Guaidó.

No creo.  Ellos, Guaidó, Duque, los gringos, y sus acompañantes sabían que el sábado en la noche lo único que habría era la certeza de que el maduro es un tirano de la peor calaña.  ¿Se necesitaba quemar cuarenta toneladas de alimentos y drogas?  ¿Se justifican los más de 300 heridos?  Depende

Los venezolanos son treinta millones, de ellos tal vez el 10% goza de los privilegios que otorgan ser parte de la mafia liderada por los manejadores del maduro.  Quedan pues 27 millones de personas en la miseria, con hambre y sin medicamentos.  Se pregunta uno ¿seiscientas toneladas para 27 millones de personas?  Eso equivale a darle una chocolatina, de las pequeñas, dos aspirinas y tres hojas de papel higiénico a cada familia.

Es que la ayuda no era humanitaria.  Sí querían de verdad montar una operación seria de ayuda humanitaria, entreguen millones de toneladas al Comité Internacional de la Cruz Roja para que ellos a su vez con independencia, con imparcialidad y con neutralidad se la lleven a los venezolanos necesitados.  Pero eso no se podía, me dirán, porque eso era darle aire al maduro.  Cierto.

Entonces aceptemos que el propósito del pajazo de fin de semana no era llevar ayuda humanitaria sino desenmascarar al tirano para justificar medidas adicionales.  ¿Cuáles? Durante la mañana de hoy, mientras esperan que aterrice el avión que trae al vicepresidente de los Estados Unidos a la reunión del grupo de Lima, hemos escuchado el discurso hipócrita de siempre “nos oponemos al uso de la fuerza, pero hay que considerar todas las opciones”.  ¿Cuáles opciones? Pregunto.  Lo que quedó demostrado con el pajazo del fin de semana es que quienes manejan al maduro están dispuestos a todas las formas de violencia.  Ya suena un artículo de la constitución venezolana que la Asamblea podría invocar y que autoriza la presencia de tropas extranjeras en el territorio venezolano.

Amanecerá y veremos.  Yo insisto que vamos a acabar como en la canción llanera, con los patitos navegando por la sangre que corría.

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