Juan-Manuel-26-300x270Dicen los franceses.

Egipto siempre fue un país al que le tuve un inmenso cariño.

Pese a un intento de rapto con propósito de venta sufrido por mi hija Carolina en el mercado de El Cairo, mis viajes a Egipto, por razones de trabajo, siempre tuvieron momentos maravillosos.

La mitología egipcia, especialmente el concepto de Mäat, la diosa del corazón ligero, de la pureza del alma, me apasiona.

De hecho yo que tiendo a ser soberbio y bastante impaciente, a veces le pido a Mäat que me dé humildad y paciencia. La pobre todavía ha tenido más fracasos que éxitos pero ahí vamos.

La historia de Ramsés II, la de Akenatón el rey monoteísta y la del rey niño Tutankamón nos muestran junto con Hatsheput y Cleopatra, dos poderosas reinas en un mundo dominado por los hombres ilustran cuan avanzados llegaron a ser los egipcios.

El 25 de enero de 2011, hace tres años,  sentía yo alegría al ver el potencial de la revolución que generaba la primavera árabe en Egipto.

Tras semanas de protestas convocadas por las redes sociales, primero jóvenes y después egipcios de todas las corrientes, de todos los géneros, de todas las edades, instalados  en la plaza de Tahrir, sacaron a Hosni Mubarak y forzaron a los militares egipcios que lo apoyaban a convocar a elecciones.

Juzgaron y condenaron a Hosni Mubarak.  Convocaron elecciones.

El único partido político organizado, los Hermanos Musulmanes, que había sido declarado ilegal por Mubarak, llevó a la presidencia a Mohamed Morsi.

Morsi se enredó.

Habiendo arrancado con un discurso moderado, poco a poco fue intentando la islamización de Egipto.

Propuso una reforma de la Constitución que se acercaba a ley islámica, la Sharia.

Para rematar, Morsi no logró resolver los problemas económicos y sociales que habían llevado a los egipcios a la plaza Tahrir en Enero de 2011.

Para finales de 2012 las protestas regresaron.

Finalmente el 29 de junio de 2013 dos años y medio después de la revolución que derrocó a Mubarak miles de manifestantes se reunieron nuevamente en la plaza Tahrir para exigir la renuncia de Morsi.

A las cinco de la tarde del 3 de Julio, el jefe de las fuerzas armadas, detuvo a Morsi.

Los militares volvieron a tomarse el poder.

El 25 de enero de 2014, hubo 49 muertos en Egipto.

Han sido miles.

La Hermandad Musulmana ha sido declarada ilegal.

Está por iniciarse el juicio contra Morsi y cerca de otros 130 líderes de la Hermandad.

El jefe de las fuerzas armadas, el mariscal Abdul Fattah al-Sisi ha recibido autorización de sus colegas del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas para renunciar y lanzarse como candidato “oficial” a la presidencia en elecciones que tendrán lugar a mediados de Abril.

El país se encuentra divido.

Este militar que habla en un tono tranquilo, que se ha ganado la confianza de muchos egipcios y el odio de los simpatizantes de la Hermandad Musulmana, ganará muy seguramente la elección presidencial.

Como Morsi, recibe un país profundamente dividido y con serios problemas económicos.

No se han superado los problemas que llevaron a los egipcios a la plaza Tahrir en Enero de 2011.

Las divisiones, en cambio, se han profundizado.

Los odios entre coptos y musulmanes han reclamado centenares de víctimas en los últimos tres años.

La Hermandad Musulmana, forzada a la clandestinidad, se asemeja cada vez más a un movimiento insurgente.

En el día de hoy, al parecer con un misil tierra aire, militantes islámicos derribaron un helicóptero de la Fuerza Aérea Egipcia.  Según el New York Times, utilizaron un misil de fabricación rusa Strela-2 conocido como el SA-7 por la OTAN.

Como dice Orla Guerin, de la BBC , salvador o villano, la tarea de al-Sisi será complicada.

Tristemente si no logra enderezar el rumbo y si no logra comenzar un proceso de reconciliación, es posible que en dos o tres años volvamos a ver las imágenes de las protestas en la plaza Tahrir y con ellas las detenciones, las manifestaciones, los enfrentamientos y la violencia.

Sí, entre más cambios más de lo mismo. Y los egipcios en la olla.

Afortunadamente Ramsés II y Nefertari, Akenaton y Nefertiti y todos los demás pasaron la prueba de Mäat, atravesaron el río y están en el más allá, lejos de los horrores que viven los actuales pobladores de las tierras que ellos hicieron ricas y poderosas.