Ira e intenso dolor.
El palo no está para cucharas.
Colombia entera clama por la paz.
La comunidad internacional clama por la paz de Colombia, eso significa el premio nobel otorgado hace una semana, ni más ni menos.
Y los políticos en otro cuento.
La derecha colombiana, mientras reclama como suya una victoria “pírrica”, por menos de medio punto porcentual y en un referendo con una participación inferior al 35%, soterradamente, hace circular dos escritos infames que pretenden enlodar el premio nobel de paz.
La izquierda colombiana, cuyos voceros no han podido tragarse la derrota, buscan echarle la culpa de todo lo “malo” que pueda pasar a los del NO. Eso voceros manifiestan su horror, su indignación y su vergüenza de ser ciudadanos de un país en donde los derrotan en las urnas.
Los funcionarios del Gobierno descartan opciones a diestra y siniestra mientras su presidente trata de abrir puertas para la construcción del “gran acuerdo nacional”
Los líderes del NO, por ahora, están tratando de cobrar el dividendo político de su victoria y poco interesados se muestran en construir ese “gran acuerdo nacional”
Anoche en el Congreso de la República con notorias intervenciones de la senadora gritona y de la paloma de la guerra se presenció un lamentable espectáculo de acusaciones e inculpaciones de los y las del SI a los y las del NO y viceversa. ¡NI UNA SOLA IDEA CONSTRUCTIVA!
Y el Vicepresidente haciendo carreteras y puentes y aeropuertos y casas, nada de lo cual le aportó nada al SI.
La verdadera política colombiana, la que no va a permitir que nunca jamás logremos construir un país en paz muestra su cara más sucia, más deleznable, en La Guajira.
Con el aval del partido Cambio Radical, el del Vicepresidente, uno de los puntales de la coalición de Gobierno, la famosa Unidad nacional, en La Guajira, para suceder a Kiko Gómez reconocido delincuente, fue elegida Oneida Pinto, igualmente corrupta y dañada.
Propuso Cambio Radical a Luis Guillermo Vélez y el Presidente lo nombró gobernador interino para que se fuera a deshacer entuertos. ¡Qué bien! Alcanzamos a pensar quienes vemos con horror, indignación y vergüenza la forma en que se han robado y vuelto a robar y se siguen robando los recursos mientras los niños y las niñas se mueren de hambre.
¡Pues no! Resulta que los políticos guajiros todos con avales de los partidos de la unidad nacional y de la oposición se han empeñado en sabotear la gestión del Gobernador encargado.
Este explica con sencillez, la podredumbre y la corrupción dela clase policía guajira no tienen límite, se han robado todo.
Y como el tipo no se rinde, lo amenazan de muerte y como tampoco se rinde, por estos días en la Asamblea departamental ocho diputados de diferentes corrientes de la Unidad Nacional han presentado una moción para declararlo interdicto judicial porque un periodista, Yamid Amat, le preguntó que si estaba loco para ir a meterse a luchar contra la corrupción en La Guajira. De no creer. Como decía el chiste verde, no rima pero es cierto.
¿Qué tanto quieren tapar los políticos guajiros?
¿En donde están Santos, y Uribe y Pastrana, y el Ministro del Interior y el Vicepresidente, todos enredados en construir el “gran acuerdo nacional” para gobernar un país descuadernado por la corrupción?
¿En dónde están los políticos de la Costa, los Char, los Benedetti y demás, todos untados, ya no de mermelada, sino de la sangre de los niños y las niñas que se mueren de desnutrición todos los días?
