Juan-Manuel-2Aunque no soy egiptólogo, he leído bastante sobre la historia y mitología de esta milenaria cultura, interesándome primero en Ramsés, quien según las escrituras fue amigo de Moisés, y de ahí he quedado fascinado con Mäat, deidad de la virtud y una de las más maravillosas de todas las diosas en todas culturas.

En el Libro de los Muertos, ella nos está esperando en la otra orilla con una pluma en su tocado y una balanza.  Cuando llegamos toma nuestro corazón y lo pesa con la pluma, si el corazón es más liviano que la pluma podemos seguir el viaje: al infinito hay que ir con el corazón ligero.

Egipto moderno lo he podido visitar cuatro veces, en viajes de trabajo.

Una de esas me fui de paseo con mi hija y ha sido uno de los mejores viajes que he hecho.

Participé hacia 1996 en una misión de un equipo de consultores de USAID para revisar las políticas de población y los programas de planificación familiar y de salud sexual que hacían parte de la ayuda bilateral de los Estados Unidos a Egipto.

Me encontré con la horrible sorpresa que Egipto recibía el mayor paquete de ayuda bilateral del Gobierno de los Estados Unidos en todo el mundo y no tenía la capacidad para invertir las enormes sumas de dinero.

Si mi memoria no me falla, en ese tiempo, el “pipeline” que es el término que se utiliza para clasificar los recursos comprometidos que no han sido ejecutados, era de 800 millones de dólares.

Cuando pregunté que eso a que se debía me explicaron que la ayuda de los USA a Egipto dependía de la ayuda a Israel, ya que en Camp David se había pactado que los USA darían a Egipto un dólar de ayuda por cada dólar que le dieran a Israel.

En pocas palabras Mubarak y los militares egipcios recibían mucha más plata de la que eran capaces de gastar… ya imaginará el lector.

No sé si ello siga siendo así pero tengo entendido que la ayuda sigue siendo enorme y que el pipeline también.

Ni los  medios ni los Gobiernos occidentales tenían la menor duda sobre los niveles de corrupción y de violación de los derechos humanos a que había llegado el régimen de Mubarak.

Pero se dijo poco. Demasiado poco.

El mundo celebró jubiloso su derrumbe, su juicio y su condena.

Yo mismo saludé con entusiasmo las revueltas que sacaron a Mubarak

Seguí con interés el proceso electoral que llevó a la Hermandad Musulmana al poder.  Siempre me preocupó que fueran a instalar otra “república islámica”.

Durante los últimos meses fue quedando claro que a Mursi y su gobierno le estaba quedando grande el problema.

Ahora, con la intervención de los militares y el apoyo de algunos regímenes árabes y más de mil muertos después, nos encontramos ante un proceso que unos han llamado la nueva revolución, otros la guerra civil.

Me asusta pensar que, lejos de parecerse a la recuperación de la democracia, el derrocamiento de Mursi y la represión contra sus partidarios se parece más a la restauración que tuvo lugar en Francia en 1814, cuando 35 años después de la revolución, los ejércitos de varias dinastías europeas impusieron de nuevo la monarquía de los Borbón.

Mubarak en libertad.

Mursi detenido.

La hermandad prohibida.

Los gringos y los europeos analizando.

Yo pensaría que ni Al Sisi, el jefe de las fuerzas armadas restauradoras, ni los líderes de occidente que miran para el otro lado ante las masacres, pasarían la prueba de la pluma de Mäat.

Imagen: Papiro del Libro de los Muertos muestra el corazón de un difunto pesado con la pluma de Mäat. Wikipedia

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