¿Paz?De vez en cuando en los partidos de fútbol un delantero dispara al arco y un defensa o el arquero toca el balón que se va a depositar en el fondo de la red. Los comentaristas de fútbol que tiene que hablar de algo inician una discusión a veces interminable, y casi siempre irrelevante sobre si fue gol o autogol.

En esas amanecimos hoy en Colombia.

Unos dicen que el que metió el gol fue el gobierno. Otros que no que el gol lo metieron las FARC.

Obvio, al nuevo vocero del Gobierno, el senador Barreras, qué bajo han caído, le parece que el gol lo metió el Gobierno. Las FARC aceptaron, es cierto, que instituciones en las que ellos no creían y que no aceptaban, Congreso y Corte Constitucional, sean quienes le den seguridad jurídica a los acuerdos que se firmen en La Habana.

Obvio, el Senador Uribe dice que es un golpe de Estado “constitucional” para blindar la impunidad total para el cartel de narco terroristas más grande del mundo.

Eso era de esperarse.

Semana titula “Se Desbloquean los Diálogos”.

La Silla Vacía titula “Gobierno y Farc Entierran Constituyente”.

El acuerdo firmado ayer en La Habana responde a una preocupación/exigencia de las FARC. Siempre han planteado que se busque un mecanismo que “blinde” los acuerdos ante la posibilidad que un nuevo gobierno resuelva echarse para atrás.

El mecanismo no gusta mucho que digamos en ciertos sectores que siempre han estado apoyando el proceso de paz, como la senadora Claudia López. Y es que se les ocurrió que van a llevar a adicionarle al Acto Legislativo, que cursa su séptimo debate en el Congreso, un artículo que eleva a norma constitucional lo acordado. O sea, chao Constituyente y según la senadora López chao refrendación por el constituyente primario, es decir por la gente.

La senadora López acuña una frase: “Convirtieron la Mesa de La Habana en constituyente, el Congreso en notario y a los colombianos en convidados de piedra”.

El abogado de las FARC, un español de lo más soberbio que he oído, dice que no es cierto, que todo lo acordado tiene que ser ratificado por un mecanismo de refrendación que aún está por definirse.

O sea, el plebiscito que está estudiando la Corte puede ser o no ser.

Con un congreso sometido a las mayorías aplastantes de la Unidad Nacional, es bien posible que el artículo propuesto pase los dos debates que le restan al Acto Legislativo. Y listo.

¿Triunfo de las FARC?

¿Triunfo del Gobierno?

¿Empate?

Vaya Usted a saber.

Se me ocurre que más pronto que después, se va a lograr un acuerdo sobre los dos puntos restantes.

Veremos si firmado el acuerdo nos lo convierten en norma constitucional untada de mermelada o nos invitan a refrendarlo en un plebiscito.

A mí lo que me duele es que en este momento hay más gente alzada en armas contra el Estado y la sociedad por cuenta de las bandas criminales y del ELN.

Gol o autogol, no sé. Paz tampoco creo.

¿Paz?