Juan-Manuel-26-300x270Definitivamente la capacidad de los colombianos hacia la ridiculez es incomparable.

El ex presidente Uribe publica una foto de tres guerrilleros, echados en un catamarán, disfrutando de la mar y de la brisa en algún lugar del Caribe cubano.

Me parece intrínsecamente ridícula la publicación. No he logrado ver la relación de la tal foto con el proceso de diálogo de la Habana. No he logrado entender por qué el que unos guerrilleros, pésimamente vestidos, se dejen fotografiar echados en un catamarán, demuestra que la paz de Santos es inaceptable.

Y se desata una epidemia de ridiculeces que no tienen parangón.

Empecemos, ridícula la vestimenta de los guerrilleros para estar en un velero. Cualquier burguesito sabría que a un velero no se va como si uno fuera para un planchón en el río Caquetá o en el Caguán, con camuflados y botas machita.

Al velero se va en bermudas de colores o con un vestido de baño de vilebrequin, mocasines sin medias y un ticher con alguna referencia a la música que nos gusta. Una foto del Ché hubiera sido apropiada para Santrich, o una camisa polo con el logo del caballo cubriendo toda le teta izquierda para Iván Márquez. El traje de baño de la guerrillera es de los cincuenta, pobrecita se lo debió regalar la mamá antes de que se fuera pal monte y era el que usaba para chapotear en Caño Cristales cuando las FARC controlaban la zona.

Entiendo la indignación.

No hay derecho que esa gente se suba a un velero si ni siquiera son capaces de vestirse apropiadamente. Con esa clase de gente no se puede dialogar.

Al ridículo de los guerrilleros mal vestidos lo supera el de la senadora Verde, Ángela María Robledo, que en la más mamerta de las reacciones, aseveró que eso tenía que ser un montaje.

Estoy tratando de averiguar si lo decía como un comentario sobre el “fashion crime”  o sobre el delito ideológico, seriamente castigado por los códigos mamertos, de incurrir en diversiones pequeño burguesas.

Me explico los burgueses tienen o alquilan yate, el catamarán de turismo es muy de clase media.

En el escalafón de las ridiculeces sigue de cerca la de noticieros y medios escritos que le dan a la noticia de la publicación de la foto  la misma importancia o más que a asuntos serios como las desbarrancadas de las chivas que mataron a más de 15 personas en tres accidentes este fin de semana.

No he logrado entender cómo es que un simple desliz de vestimenta haya producido semejantes reacciones.

Deslices los de las autoridades de tránsito o movilidad, como le dicen a eso ahora, que permiten que sigan circulando los buses escalera o chivas sin que nadie las controle.

Deslices los del magistrado Villarraga. Desliz haberlo postulado a él y a sus colegas. Desliz haber enredado la investigación por el carrusel de las pensiones, en el que el caballo más grande del tiovivo fue justamente el magistrado Villarraga.

Desliz el de los tipos que organizaron  un rally por una zona con alta presencia guerrillera, pasándose por la faja las advertencias del ejército, y se indignan porque ante semejante papayazo, las FARC que están negociando en medio del conflicto les hayan montado un retén para extorsionarlos.

¿Que creyeron, que los guerrilleros lo iban a saludar como los soldaditos que cuidan las carreteras de Anapoima y de Villeta que lo saludan a uno con el dedo pulgar levantando?

Grave que los guerrilleros de la Teófilo crean que pueden montar ese tipo de retén.

Ridículo que haya más comentarios sobre la gaffe del velero que sobre cualquiera de las demás noticias del fin de semana.

Ayer se terminaba la décimo sexta ronda de negociaciones. Las partes anunciaron que seguirán en la mesa porque están muy cerca de lograr un acuerdo final sobre el tema de la participación en política de las FARC. Eso sí es una noticia importante.

El paseo en velero, no, definitivamente no.

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