Cuando estudiaba en Francia me enseñaron un juego de cartas que se llama “la belote” y que en algo se parece al Bridge. No recuerdo con precisión las reglas y eso no viene al caso. Hay una jugada en que un jugador hace “belote” y otro hace “re-belote”.
No me acuerdo en que consiste el asunto pero sí recuerdo que cuando algún político repetía un error o una metida de pata se comentaba “belote et re-belote”.
A mediados del gobierno de Juan Manuel Santos hubo un terrible escándalo por el proceso de aprobación trampeada de una reforma a la justica que se venía tramitando por la vía de un Acto Legislativo que modificaba la Constitución. Sucedió que la comisión de conciliación que ordena la ley para los casos en que un proyecto de ley se aprueba con textos diferentes en Senado y Cámara modificó el espíritu de lo aprobado.
Resultado desastroso.
El Presidente se vio forzado a objetar el esperpento que salió.
Se supo entonces que se había presentado una especie de confabulación entre un grupo de congresistas y un grupo de magistrados para blindar privilegios y prebendas de unos y otros.
Esa fue la “belote”
Anoche el Presidente Santos anunció la “re-belote”.
Denuncia monstruosa.
Si algo anda mal en Colombia es la justicia.
Si hay una entidad que concentra la podredumbre de la justicia es la Sala Administrativa del Tribunal Superior de la Judicatura.
No recuerdo una sola noticia diferente a los carruseles de las pensiones, la burocratización de la justicia, el malgasto de los recursos. Cuatro años y medio después del escándalo de Junio de 2012, nos despertamos hoy con la denuncia del presidente.
No hay palabras.