Juan-Manuel-26-300x270El polo es el deporte de élite.

El polo es un barrio de Bogotá

El polo es un concepto de la física

El Polo era una esperanza hasta que llegó la ANAPO y mandó apagar.

A Bogotá se la robaron, de eso no queda la menor duda. El robo de por sí es malo. Peor aún es darse cuenta de quienes lo hicieron y sobre todo quienes lo dejaron hacer.

Con mis antepasados y mis lazos familiares lo obvio era ser conservador y fui conservador hasta que los líderes de ese partido se le entregaron a la lenteja.  De hecho colaboré con los gobiernos conservadores de Belisario y de Andrés Pastrana.

Y hasta ahí.

Sin haber ni siquiera pensado en votar por ellos, me dolió la masacre de la UP. Me dio rabia que mataran a Jaime Pardo Leal. Por Bernardo Jaramillo derramé una que otra discreta lágrima. Él se había opuesto a la vía armada, siempre.

Eran esperanza porque siempre he pensado que la consolidación de una opción de izquierda democrática es esencial para la democracia, pero sobre todo y por todo para la obtención de la paz en Colombia.

La única paz posible es aquella que le dé una salida política al conflicto.

La alternativa del “sometimiento” a lo único que lleva es a más violencia. Y la salida política del conflicto requiere que la guerrilla que es de origen de izquierda vea posible la vía electoral.

Esa era la esperanza que nos generaba el Polo a quienes creemos que la democracia debe estar basada en alternativas de poder. Porque estas son las que  generan el debate de las ideas, la construcción de plataformas y de programas de gobierno y el verdadero control a las acciones y a la gestión de los gobernantes.

En 2005 y luego en 2006, celebré la elección de Lucho Garzón a la alcaldía de Bogotá y los más de dos millones de votos del Polo Democrático, primero Independiente y después Alternativo, en las presidenciales de la re elección de Uribe.

Con Lucho Garzón en la alcaldía de Bogotá, con diez senadores y ocho representantes y con una votación de más de 2.6 millones en las presidenciales, en 2006, el Polo era alternativa de poder, volvía la esperanza.

Llegó la ANAPO y mandó a pagar (sobornos, comisiones, coimas).

La historia es por todos, conocida.

En nombre de la ANAPO, Iván Moreno fue elegido alcalde de Bucaramanga en 2000 y por obra  gracia de su eficiente gestión se  cuadruplicó el déficit fiscal de la Ciudad de los Parques. Tan así que en su momento el Ministerio de Hacienda declaró que la ciudad era inviable.

Extrañamente, la alcaldía se incendió y se quemaron los archivos que hubieran permitido investigar cómo se había generado tal descalabro financiero. Iván Moreno, mientras tanto, ascendía en la estructura del Polo sin que tuviera que responder ni por el descalabro financiero que su gestión generó, ni por el incendio. Se le acusó de desfalcar las arcas del municipio y dijo que eran meros rumores.

La ANAPO se unió al Polo Democrático Independiente, con Samuel Moreno como su líder, en 2002.

Así las cosas, con el apoyo de la dirigencia del Polo, Iván salió elegido senador en 2006, Samuel  ganó la elección para la alcaldía de Bogotá en 2007 e instaló en 2008, con su hermano Iván, un esquema mafioso diseñado para desfalcar a la capital conocido como el Carrusel de la Contratación.

Todo ello sucedió con Clara López como Secretaria de Gobierno, y contando con el apoyo de la bancada del Polo Democrático Alternativo en el congreso encabezada por Jorge Enrique Robledo.

Iván repitió Senado en 2010 cuando según se ha sabido financió su campaña, y quien sabe si la del Polo, a las elecciones legislativas, con recursos provenientes de coimas y comisiones obtenidas con el consorcio que salió favorecido con el contrato de las ambulancias que desfalcó la salud en Bogotá.

Según el ex secretario de Salud los fajos de billetes se le entregaban a los concejales en el baño de su despacho, mientras la secretaria de Gobierno que es la que maneja las relaciones con el Concejo ni se enteraba. Relata Zambrano un episodio según el cual un concejal levanta la sesión de la comisión respectiva, sin aprobar el presupuesto de 2011, porque a él no le quisieron dar su mordida de quinientos millones de pesos.

De nuevo la candidata del Polo no se dio cuenta.

Se ha escrito mucho sobre el famoso Carrusel de los Moreno y del Polo.  Quedan pocas dudas: los Moreno se robaron a Bogotá.

Es cada vez más evidente que se trató de una operación planeada y coordinada al más alto nivel y en la que participaron, si no todos, muchos funcionarios, muchos concejales y muchos congresistas del Polo y de otros partidos.

La candidata presidencial del Polo no se dio por enterada.  Su ignorancia sorprende y pone en duda sus condiciones para el cargo al que aspira.

En cuanto a los congresistas del Polo, o estaban muy ocupados haciéndole oposición a Uribe,  o no quisieron ver el desastre que su partido estaba causándole a la capital y a la Nación.

Contrasta esa actitud con la valiente posición asumida por Gustavo Petro, que no es que me fascine, que fue uno de quienes con más vehemencia denunció las monstruosidades.

Digan lo que digan, al Polo Democrático Alternativo le cabe la responsabilidad política de lo ocurrido en la capital y es necesario que los bogotanos, y los colombianos que todos estamos pagando la cuenta, se la cobremos.

Que tristeza que una vez más la corrupción haya dado al traste con las esperanzas de los colombianos.