JMU El MolinoExiste la palabra consciencia.

Colombia es consciente de su potencial futbolístico, nunca hubiera perdido siete uno con ninguno.

Colombia es consciente de su futuro si se logra la paz por eso reeligió a Juanpa.

Salvo en Bogotá, en Colombia hay consciencia cívica.

Pero parece que Colombia quedó sinsciencia, que no es inconsciente sino el estado al que llega un país cuando la ciencia se unta de mermelada.

Anoche el noticiero de la tele se gastó diecisiete minutos en un horrible regodearse tropicalista con el desastre del equipo de Brasil ante Alemania, que incluyó como momento climático o anticlimático, una babosa declaración del señor Fiscal General de la Nación que dijo que ahora cree en la justicia porque el resultado del partido hizo justicia.

Señor Fiscal yo creí que su merced creía, valga la redundancia, en la justicia, y que por eso era el fiscal.

Ahora entiendo muchas cosas.

Después de semejante sartal de tropicalismos, aparece una mujer seria, Paula Marcela Arias Pulgarín, explicando que el Gobierno le pidió la renuncia a su cargo de directora de Colciencias porque se atrevió a disentir en público sobre la asignación presupuestal que los genios del DNP le comunicaron.

El disentimiento sucedió en una encuentro de científicos de altísimo nivel en Cartagena de Indias, en donde la doctora Arias les contó que el DN le había anunciado que le estaban recortando el presupuesto de inversión que era de algo más de 350 mil millones de pesos en 115 mil millones para el año 2015.

Almas querer misas, se emberracaron los reelectos y pa fuera pa la calle.

Esta mañana el Ministro de Hacienda, el doctor Mauricio Cárdenas, un tipo serio, salió a explicar y en lugar de explicar aclaró.

Uno, aclaró que se le había pedido la renuncia, a la doctora Arias, como parte del reajuste normal de cada cambio de Gobierno.

Eso en buen cristiano traduce que el cargo de Director de Colciencias entra en la repartición burocrática.

La doctora Arias llevaba 18 meses en el cargo.

No tiene sentido ñoñizar la dirección de la institución que debe promover la ciencia y la tecnología.

Dos aclaró que el presupuesto para el sector no se iba a disminuir, y sus funcionarios se apresuraron a recordar que las regalías, eso que el antecesor de Cárdenas llamó la mermelada, se invertían en buena parte en proyectos de ciencia y tecnología.

Tres, aclaró que la plata para las becas se le va a dar a Colfuturo que es un programa de becas para que los jóvenes, muchos de ellos egresados de los colegios y las universidades de la élite, se vayan e hacer estudios de maestría, por ejemplo de MBA que es lo que estudian los profesionales que van a manejar las empresas de los ricos.

No tengo nada contra Colfuturo pero me parece indignante que digan que la plata para las becas de los doctores en ciencia se va para becas para gerentes de empresas.

No tengo nada contra las regalías pero me parece indignante que se diga que los gobernadores van a ser los determinantes en el futuro de la ciencia en Colombia porque le van a untar la mermelada.

SINCIENCIA: Ciencia con mermelada.