voto en blancoNo he decidido y cuando decida no se si me decida a contar que fue lo que decidí.

En las encuestas que se han publicado, el voto en blanco aparece con una intención de voto cercana entre 5 y 10%.

https://noticias.caracoltv.com/colombia-decide-2018/ivan-duque-aventaja-gustavo-petro-para-segunda-vuelta-en-encuesta-invamer-ie133

Es por lo tanto interesante, independientemente de la intención de voto personal analizar este fenómeno.

Reflexiones de Juan Manuel UrrutiaEn una elección de primera vuelta con multiplicidad de candidatos el voto en blanco no tiene mayor explicación y por eso no fueron sino 341,000.  Pero, en la segunda vuelta que se avecina con una votación esperada de 20 millones de votos, estaríamos hablando de cerca de dos millones de votos en blanco si las encuestas, como lo demostraron en primera vuelta, no se equivocan.

¿Qué significa entonces el que dos millones de colombianos se tomen el trabajo, que no es tanto, de ir hasta su mesa de votación para marcar en el tarjetón una casilla que no decide?

Significa en primer lugar que hay dos millones de personas que no están de acuerdo, con los programas, o con los movimientos, o con los promotores de los dos candidatos.

Es el voto contra los dos.

En las redes sociales, en columnas de opinión, en declaraciones a los medios y en corrillos y conversaciones es frecuente el voto por Duque porque hay que trancar a Petro o el voto por Petro porque hay que trancar a Uribe.

¿Es sorprendente que los dos candidatos con una opinión desfavorable relativamente elevada, 29% para Duque y 40% para Petro, hayan pasado a la segunda vuelta?

¡No, definitivamente no!

Lo que es sorprendente es que el que parece estar ganando es el “voto contra”, muy por encima del “voto por”.

En días pasados cuestionaba yo a una amiga, a quien considero una persona con una seriedad y solidez intelectual, por un escrito en el que anunciaba su voto por Gustavo Petro.  La discusión se inició con una pregunta bastante tonta de mi parte.

– “¿Por qué sostienes que hay votar por Gustavo Petro, que demostró ser extremadamente autoritario, para evitar el autoritarismo de Uribe?  No entiendo” le dije.

– “Es que yo estoy en contra de todo lo que significa Uribe, la extrema derecha, la inequidad”.

– “Nada que ver con las propuestas de Petro”, repliqué. Tu voto es contra Duque, ni siquiera contra Duque, contra Uribe.

Silencio.  El que calla otorga

Al otro extremo del espectro están los que le explican a un que hay que votar por Duque para evitar la inminente llegada del Castro Chavismo.  De nuevo hay que votar contra Petro, no por Duque.

En mi anterior columna anunciaba que estaba tentado a votar en blanco.  Después de dos semanas buscando un discurso que me convenciera de que uno u otro candidato acoge algunos de los principios fundamentales que me hicieron votar por Sergio Fajardo debo confesar que no lo encontré.  Duque y Petro dedicados a buscar alianzas, a conseguir apoyos, de gente como César Gaviria y Ernesto Samper o como Efraín Cepeda o Iván Cepeda o Clara López, me han demostrado que a los que votamos por Fajardo o por otros candidatos, nos consideran borregos que votaremos por quien nos digan.

Seguiré buscando.