Juan-Manuel-26-300x270Dice el dicho, ¿y al alcalde quien lo roda?

Ese dicho se refiere a la sensación de que normalmente los gobernantes se salen con la suya.

Para que los gobernantes no se salgan con la suya, las sociedades han ido inventando rondadores, para que ronden a los alcaldes.  En el balance de los poderes públicos, el rondador, es fundamental.

En Colombia hay dos rondadores y otros más que se meten a rondadores.

En materia fiscal, es decir de platas, a los alcaldes los rondan las contralorías. En materia de asuntos administrativos y disciplinarios, a los alcaldes los ronda el ministerio público conformado por la Procuraduría General de la Nación y la Defensoría del Pueblo y los Personeros Municipales.

Esos son los rondadores creados por la Constitución.

Ante el incremento desmedido de la corrupción existe en Colombia la sensación que el Fiscal puede andar rondando a los servidores públicos.

Eso no es cierto, no debe ser así.

La fiscalía debe actuar cuando hay sospechas o acusaciones concretas de la comisión de un delito. Por ahí se pasea un tal coordinador de la red de veedores ciudadanos que pretende rondar pero que se debería limitar a denunciar.

La cosa es muy sencilla. Existe, en Colombia, un código disciplinario único que determina que hay tres tipos de faltas cometidas por los servidores públicos. Las faltas leves, las faltas graves y las faltas gravísimas.  Hay sanciones leves, como la amonestación, hay sanciones graves como la suspensión y hay sanciones gravísimas como la destitución  y la inhabilitación.

El ministerio público debe investigar las actuaciones de los servidores públicos cuando son acusados de haber cometido faltas. El ministerio público debe determinar la gravedad de la falta y sancionar en concordancia.

Al Alcalde Mayor de Bogotá lo vigila, en materia administrativa, el Personero Municipal, Ricardo Cañón, hoy en día.

El señor personero fue quien solicitó que la Procuraduría investigara si se había cometido falta alguna por parte del Alcalde mayor y/o de sus subalternos en la caótica sustitución del modelo privado de recolección de basuras por un modelo público que acabó siendo mixto.

Normal.

Cuando uno es servidor público la Procuraduría investiga las actuaciones.

A mí, cuando fui director del ICBF me iniciaron catorce procesos disciplinarios y los archivaron todos.

Estuve de buenas pues en ese tiempo como que el procurador actuaba en derecho no en ideología.

Al procurador Ordoñez le gustan las corridas de toros, a Gustavo Petro no.

Al procurador no le gusta el aborto, a Gustavo Petro sí.

Al procurador no le gusta el matrimonio gay, a Gustavo Petro sí.

El procurador quemaba libros porque no le gustaba el contenido y nunca ha pedido perdón.

Gustavo Petro quemaba otras cosas mucho más graves cuando era guerrillero pero firmó la paz y pidió perdón.

Al procurador no le gusta Gustavo Petro, a Gustavo Petro le gustaba el procurador porque era recto y por eso votó por él.

Al procurador Ordoñez no le gustó el manejo que Petro le dio al asunto de la sustitución de basuras y decidió que como tiene el poder pues lo destituye y lo inhabilita, tratando de decretarle la muerte política, a Petro y a sus ideas.

A mí tampoco me gustó el manejo de las basuras, la improvisación, la soberbia, la agresividad.

Pero de ahí a agarrarse del hecho que la transición del modelo privado al modelo de Petro haya sido caótica en su comienzo y posiblemente cuestionable para inventarse una falta gravísima y destituir a Petro hay mucho, pero mucho trecho.

En el modelo privado se lucraban, y se lucran, inmensamente, un reducido grupo de empresarios algunos de ellos bastante amigos del procurador.  Petro se propuso, apoyado en una sentencia de la Corte Constitucional que lo obligaba a incluir a los recicladores informales en el modelo de recolección de basura, crear a un modelo público que le daría participación a los recicladores y que buscaba bajar las tarifas para los estratos más pobres.

Contra las opiniones de los defensores de lo privado a utranza, Petro que es un muy consecuente hombre de izquierda quiso imponer su modelo. Pero hay que reconocer que quienes eligieron a Petro lo eligieron para eso, para que impusiera un modelo diferente.

Eso el procurador Ordoñez no lo toleró y se inventó un fallo que es un esperpento

Ninguna de las causales esgrimidas por el procurador da para tamaña sanción. La improvisación es estupidez pero no falta gravísima. No se puede convertir en falta gravísima el que un alcalde, a sabiendas, resuelva forzar a  unas empresas públicas a que hagan lo que otras similares hacen en otras ciudades con lujo de detalles.

Que no tenían experiencia, cierto, pero a veces hay que construir la experiencia desde cero. El procurador no tiene entre sus funciones determinar si un modelo de prestación de servicios está o no dentro del marco de la ley, simplemente porque a él no le gusta el modelo propuesto.

El procurador asume que ha habido detrimento patrimonial y eso no lo ha demostrado ninguna de las contralorías que es quienes les compete el marco fiscal.   

El hecho es que entre el 18 y el 22 de diciembre de 2012 hubo caos en materia de recolección de basuras en Bogotá.

Pero el hecho es que tal crisis fue superada. El hecho es que hoy en día recogen las basuras. El hecho es que hoy en día muchos bogotanos separan las basuras para que se pueda reciclar El hecho es que los recicladores han sido incluidos. El hecho es que las tarifas de recolección han bajado para muchos.

A mí no me gusta Petro como alcalde. Por un montón de razones firmé en apoyo del proceso democrático de revocatoria.

Votaría por la revocatoria.

La revocatoria es fundamentalmente un mecanismo de la democracia. La extralimitación de funciones es fundamentalmente lo contrario

Esta destitución tiene tintes de persecución ideológica del corte de las quemas de libros de los templarios. La reciente del superintendente financiero tuvo tintes populistas y revanchistas.  Son ambas  unos esperpentos hábilmente ungidos de juridicidad por una concepción ideológica del quehacer del Ministerio Público que ningún bien le hace a una sociedad seriamente necesitada de parámetros éticos y morales.

No me rasgo las vestiduras pues quedaron rasgadas con las pruebas PISA y mi amigo Hernán todavía no me ha mandado la ajuga y el hilo para coserlas, pero si me declaro estupefacto y anonadado con el poder que ha ido concentrando Ordoñez y la forma desatinada en que lo está usando.