JMU El Molino

Ayer apareció en la portada de la revista Semana “El Ventilador del Hacker”.

El país entero pasó el día domingo tratando de entender como fue la cosa con el hacker. Yo no. Yo estaba en la finca.

Y lo que veo es un galimatías. (Si uno busca en Wikipedia el significado de la palabra galimatías, se encuentra uno, oh sorpresa, con un galimatías: “Así pues, la palabra galimatías llegaría a nuestra lengua vía Francia (galimatías) del mismo significado, el cual era un discurso o escrito ininteligible para el oyente”).

El lector recordará que en pleno clímax de la campaña electoral que llevó a JM Santos a su reelección, apareció el hacker, Andrés Felipe Sepúlveda, contratista de la campaña de Óscar Iván Zuluaga, a quien se acusaba de estar espiando a los negociadores del Gobierno, a los de las FARC y hasta al presidente y su familia.

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Al tipo se lo llevaron a la cárcel de La Picota.

Hace un mes lo sacaron de la cárcel apresuradamente y se lo llevaron para el “bunker de la Fiscalía”, pues estaba amenazado de muerte.

Ni siquiera voy a tratar de describir el galimatías de este asunto. Cada quien juzgará.

Yo leí la entrevista anoche tarde.

Cuando vi la entrevista ya sonaban los trinos y re trinos de Uribe y las declaraciones de los inculpados por el hacker, diciendo que todo es mentira.

Las acusaciones son espeluznantes.

Según Sepúlveda había o hay un complot de la extrema derecha encabezada por Álvaro Uribe, con el procurador, con Zuluaga y su gente, con la representante de los trinos inteligentes y con unos “generales enemigos del proceso de paz”.

Zambomba, re-cáspita.

Yo todavía estoy mareado. Estoy absolutamente seguro que Semana cotejó pruebas y testimonios pero no logro entender cómo es posible que una publicación seria saque esta entrevista sin tan siquiera un comentario que diga que el equipo periodístico de la revista revisó las pruebas que anuncia el señor Sepúlveda.

No entiendo cómo es que un tipo que está guardado en el bunker de la fiscalía se despacha con acusaciones que deben ser, por lo menos, parte del secreto del sumario.

A todas estas la fiscalía anuncia un pre-acuerdo con Sepúlveda quien ha aceptado un principio de oportunidad.

Anuncia que solicitará a la Corte Suprema que investiguen a la representante a la Cámara María Fernanda Cabal.

Igualmente anuncian que citarán a declarar a Oscar Iván Zuluaga y a su hijo, y a los dos ex generales acusados por el hacker y a un “pirata informático”.

En cuanto a Luis Alfonso Hoyos lo acusarán.

Al mismo tiempo se anuncia que la fiscal que atendía el caso ha pedido ser relevada por que dice haber recibido constantes amenazas.

La representante Cabal de entrada denuncia que esto es una persecución contra quienes, como ella, critican cualquier acción del Gobierno. “Todo esto me deja un sinsabor respecto de la justicia colombiana”, dijo la representante a Blu Radio.

Me pregunto:

  • ¿Es pura coincidencia el que todo esto salga en este preciso momento?¿Qué más hay por ahí que no sepamos los ciudadanos comunes y corrientes?
  • ¿Por qué en un momento en el que el Centro Democrático ha manifestado enérgicamente su oposición a los desarrollos del proceso de paz, sale este personaje a enlodar, de nuevo, a los miembros más prestantes de ese movimiento?
  • ¿Por qué la fiscalía prefiere permitir que la información acabe “filtrada” de nuevo en lugar de iniciar la judicialización de los presuntos implicados y después si producir la noticia?
  • No he estado de acuerdo con algunas de las críticas al proceso de paz y menos con el tono de algunos de los miembros del Centro Democrático. No quiero ser malpensado, pero no puedo no preguntarme ¿habrá relación?
  • Y finalmente ¿Será posible que la gente del Centro Democrático se haya rebajado a tanto?

Confieso que me cuesta trabajo creerlo.