Las madres siempre piensan en sus hijos: abnegadas, devotas, rebosantes de amor por sus críos, con quienes todo lo comparten.
Especialmente su “spam” o correo basura, que con todo cariño del alma remiten a diario, no una vez sino en repetidas ocasiones.
¿Cuántas veces no hemos visto nuestros buzones llenarse de contenidos sui generis, pensamientos, consejos, recuerdos, reflexiones, datos, advertencias, tests de inteligencia, chistes (muchos chistes), chismes (muchos chismes), oraciones, predicciones, pronunciamentos, comentarios, razones para sentirnos culpables, lamentos, temores, incertidumbres, planes, quejas (muchas quejas) en fin: correo basura que, como viene de mamá, miramos con comprensión.
Como muestra de que lo agradecemos inmensamente, hemos descubierto un servicio que permite reciprocar a mamá con una muestra de su cariño. Se llama MomSpam, y es eso, envía todo tipo de basura electrónica.
Foto cortesía de emerson12 via flickr
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