Acosada por preocupaciones sobre fugas de información y espionaje masivo, Rusia parece estar explorando una defensa pre-tecnología.
Informa Chris Irvine en The Telegraph que el Kremlin ha estado comprando maquinillas de escribir.
Además de las filtraciones de WikiLeaks, y Edward Snowden, “los informes de que las conversaciones de Dmitry Medvedev fueron escuchadas durante su visita a la cumbre del G20 en Londres, [en Rusia] se ha decidido ampliar la práctica de documentarlo todo en papel”, dijo una fuente a The Telegraph.
Dice que todas las comunicaciones claves para Vladimir Putin y su ministro de Defensa llegan en papel.
“Desde el punto de vista de la preservación de los secretos, los métodos más primitivos son preferibles, como la escritura a mano por alguien con una pluma, o con una máquinilla de escribir”, agregó un antiguo jefe de seguridad.
Además, cada máquinilla de escribir tiene su propio patrón que permite identificar la máquina en que se produjo.