Como informamos hace dos días en estas páginas, el anuncio por la Casa Blanca de que se suspenderán las deportaciones de personas menores de 30 año que de niños llegaron indocumentados a EUA y han pasado aquí la gran mayoría de sus vidas, pone a Mitt Romney en la defensiva.
Hasta el momento, el candidato no ha presentado una respuesta que le saque del atolladero política: o bien denuncia la medida y aliena más a los hispanos, sector que podría definir la elección y ya prefiere al presidente Barack Obama; o la aplaude (de una u otra manera) y se enemista con los conservadores más recalcitrantes, que quieren deportaciones masivas.
La medida podría beneficiar a unas 1.4 millones de personas.
En este sentido, poniendo de lado cualquier aspecto moral y humanitario, ha sido una magistral jugada en el ajedrez político, que dejó atónito al candidato republicano.
¿Qué ha dicho Romney al respecto? Demasiado poco. (O casi nada).
Según Andrew Sullivan, en su columna The Dish de Daily Beast, Romney dijo: “Sucede que estoy en acuerdo” con la declaración del Senador del Tea Party Marco Rubio, Republicano de la Florida.
Esto dice el Senador Rubio:
Existe un amplio apoyo para la idea de que debemos encontrar una manera de ayudar a los niños que son indocumentados, sin culpa propia, pero también hay amplio consenso en que debe hacerse de una manera que no fomente la inmigración ilegal en el futuro. Este es un equilibrio difícil de lograr, y esta nueva política, impuesta por orden ejecutiva, hará más difícil alcanzar en el largo plazo.
El anuncio de hoy será una buena noticia para muchos de estos chicos desesperados esperando una respuesta, pero es una respuesta a corto plazo para un problema a largo plazo. Y al nuevamente hacer caso omiso de la Constitución y evadir al Congreso, esta política de corto plazo hará que sea más difícil encontrar a una política a largo plazo que sea equilibrada y responsable.
Poniendo de lado, dice Sullivan, la acusación de que el presidente Obama evadió el congreso con una orden ejecutiva que en realidad no lo fue, si Romney dice estar a favor de lo que dice Rubio a favor de los jóvenes indocumentados está de acuerdo con lo que dice el presidente a favor de una reforma migratoria.
¿Confuso? Más que confuso: es el resultado de adoptar una postura oportunista que no tiene definición clara.
