Curadores en la Basilica de San Isidoro, en León, España, han retirado temporalmente el llamado “Cáliz de doña Urraca” mientras encuentran un sitio más apto para exhibirlo a las hordas de turistas, curiosos y fieles que han venido a visitarlo.
Informa The Guardian que el súbito interés en el artefacto surge de su identificación como el Santo Grial, la copa con la que, según la tradición cristiana, Jesucristo celebró la última cena.
Los historiadores Margarita Torres y José Manuel Ortega del Rio publicaron recientemente un estudio que traza lo que es indudablemente la reliquia más valiosa del cristianismo, luego de una investigación con todas las de una novela de detectives.
Escribe Verónica Viñas en el Diario de León.
Cuando la cronista de León ‘barrió’ San Isidoro hace cuatro años con un georradar en busca de las construcciones que se esconden bajo los cimientos, le llamó la atención, como si la contemplara por primera vez, un arca egipcia con una inscripción que, como se cercioró entonces, no había sido bien traducida. Las primeras pesquisas llevaron a los dos investigadores hasta Egipto, donde consultaron con expertos sobre esta enigmática caja de plata expuesta al público en la ‘sala de los tesoros’ de la colegiata y que menciona a un emir del siglo XI.
Los legajos conservados en El Cairo relatan el lugar donde permaneció la Copa de Cristo y su traslado final a España.
La copa habría sido adornada alrededor del año 200, luego trasladada a Egipto, desde donde musulmanes la habrían entregado al rey Fernando I en León en el siglo 11. Doña Urraca era la hija del monarca.
Estuvo en la Basilica de San Isidoro por más de mil años.
El Santo Grial ha sido fuente de inspiración de leyendas, novelas, misterios, exploraciones que abarcan desde los caballeros templarios hasta el explorador Indiana Jones.
Se calcula que unos 200 artefactos en Europa han sido identificados como tal.
Más información en inglés The Guardian
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