Foto Le MondeAbrió la semana pasada “En la tierra de sangre y de miel” — debut de Angelina Jolie como directora de cine — un drama ubicado durante la guerra en Bosnia en el que un soldado serbio encuentra a su antigua amante prisionera en un campo de concentración para musulmanes donde las violaciones sexuales son ocurrencias diarias.

La película, extensamente documentada, aborda los peores episodios de la llamada “purificación étnica”, proceso genocida que se distinguió por la deportación y asesinato de decenas de miles, el brutal sitio de Sarajevo y la matanza de Srebrenica, entre otras atrocidades.

Los serbios han atacado la obra como propaganda mientras que en Bosnia y en Croacia ha sido amplia y emocionalmente elogiada.

Le Monde publica un extenso reportaje sobre Angelina Jolie, considerada una de las mujeres más sexi del mundo, como actriz ganadora del Oscar y de otros premios, y a la vez apasionada activista comprometida con la causa de los derechos humanos en los cuatro rincones del mundo.

Entrevista Rémy Ourdan, con fotografías de Melodie McDaniel.

Angelina Jolie dice que su interés en los derechos humanos comenzó mientras filmaba Lara Croft: Tomb Raider en Cambodia en el 2001.

“Estábamos allí en una de las primeras filmaciones después de la guerra y yo esperaba encontrar gente con gran resentimiento. Pero en vez encontré los camboyanos. La gente más adorable del planeta. Conocí antiguos refugiados que habían regresado y comprendí las dimensiones de esta guerra, que escasamente mencionaban mis libros de historia”.

Dice que decidió que tenía que conocer el “mundo real” y comenzó a interesarse en el conflicto de Sierra Leone. Leyó vorazmente, dice. Contactó organizaciones humanitarias. Ella misma financió su propia visita a la nación africana.

“Fue totalmente brutal descubrir que al amputar a los niños les daban opción de mangas cortas o largas: cortar a nivel del hombro o del codo”.

De ahí fue a Tanzania, dice. “Vi por primera vez un campo de refugiados gigantesco donde vivían 500,000 personas. Al llegar a mi casa, me había convertido en otra persona”.

Fue allí que comenzó su labor humanitaria que la ha llevado por todo el mundo, integrándose (y haciéndose respetar) al ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados).

En un momento, dice, pensó abandonar su carrera artística, pero “Mi situación particular hizo que yo fuera más útil regresando a EUA para hablar con el Departamento de Estado, el Pentágono, miembros del Congreso”.

En 10 años de activismo humanitario, dice Le Monde, la actriz ha realizado 50 viajes, muchos de ellos regresando al mismo sitio, a fin de mantener cierta continuidad.

Agrega que Angelina Jolie también realiza una serie de actividades humanitarias a nivel personal, en naciones como Cambodia donde adoptó el primero de sus seis hijos. Ha creado la fundación Jolie-Pitt, que intenta crear algún tipo de programa de ayuda en cada uno de los países donde han nacido sus hijos, “para que al crecer ellos tengan lazos responsables”.

Respecto al porvenir de Angelina Jolie, Le Monde concluye la extensa entrevista con las siguientes palabras: “Todavía no sé en que sirvo más. ¿Como diplomata? ¿Debería involucrarme más en la política? ¿Debería seguir siendo artista. Todavía estoy aprendiendo, viendo dónde es el sitio en que puedo ser más eficaz”.

Artículo en francés

Fotos Melodie McDaniel Le Monde