En la segunda reunión en 10 días de la coalición contra Muammar Gaddafi que acaba de concluir en Londres, representantes de varias naciones anunciaron que la intervención militar terminará únicamente con la salida del poder del líder libio, así no lo haya pedido la resolución de la ONU.

Los participantes, escribe Steven Lee Myers en el New York Times, también discutieron cómo ayudar al gobierno que siga a Gaddafi a “arreglar la destrucción” causada por el conflicto, gran parte de la cual le atribuyeron al mandatario libio.

Luego de la reunión, el secretario general de la ONU anunció el envío de un embajador para que actúe en calidad de mediador entre Gaddafi y los rebeldes, que apoyados con una fuerza militar de varias naciones incluyendo EUA, Inglaterra, Francia y Qtar luchan contra él. El objetivo, dice, es agilitar la salida del gobernante libio.

Tanto la Secretaria de Estado de EUA, Hilary Clinton, como el primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, atacaron fuertemente a Gaddafi, a quien acusaron de cometer atrocidades contra sus enemigos.

Fuera del apoyo político que la reunión dió nuevamente a los rebeldes, continúa el Times, los participantes no anunciaron ninguna nueva medida de apoyo militar. EUA todavía no se decide si armarles o no, mientras que otras naciones lo están pensando, dice.

Mahmoud Shammam, líder de la oposición dijo que, más que armas, los insurgentes necesitaban apoyo político del occidente. “Pero sería mejor tenerlos ambos”.

La secretaria de estado Clinton se reunió nuevamente con Mahmoud Jibril, dirigente de la oposición que, en opinión de muchos observadores, son gente que escasamente conocida en occidente.

Artículo en inglés

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