Miles de hombres y mujeres en Yemen se volcaron a las calles para celebrar la salida del presidente Ali Abdullah Saleh a Arabia Saudita donde está recibiendo tratamiento médico de emergencia.
Escribe Neil MacFarquhar en el New York Ttimes que Saleh fue herido hace días en un ataque de rocket contra el palacio presidencial.
Agrega que sus ayudantes han dicho que la cirugía fue un éxito y podría regresar en cuestión de días.
Al mismo tiempo, señala, continúan los combates entre los partidarios del gobierno y la fuerza de rebeldes que atacó el palacio presidencial.
En Sanaa, efectivos del gobierno bombardearon las residencias de líderes de la oposición, dice.
Apunta que los niveles de violencia indican que la lucha por el poder no se ha resuelto en esa nación árabe.
Saleh y sus asesores son políticos fogueados y podrían estar tratando de buscar el mejor acuerdo que permita al presidente –descendiente de una familia de imanes que ha gobernado Yemen durante siglos — irse del país después de 33 años de dictadura, dice.
La administración Obama, agrega, está presionando al presidente a que acepte un acuerdo que le permitiría a él y su familia entregar el poder e irse del país, evitando un juicio por sus opositores.
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