La discusión en los medios puertorriqueños no es si renuncia o no el desprestigiado gobernador Roselló, sino quien quedará a cargo del gobierno. La renuncia es “inminente” afirma El Nuevo Día.

Mientras tanto, en La Fortaleza y a través de la isla y en las comunidades de boricuas en el exterior, el pueblo indignado sigue vigilante.

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