La Casa Blanca ha negado que el Fiscal Especial Robert Müeller pidió a Deutsche Bank expedientes relacionados con las finanzas personales del presidente Trump.
Sin embargo, esta posibilidad ha sido ampliamente discutida en los medios de EUA.
Porque va a un área completamente secreta hasta el momento: Las finanzas personales de Trump, empresario con múltiples millones de dólares y una historia de negocios cuestionables. A diferencia de previos presidentes y candidatos presidenciales, Trump se ha negado rotundamente a hacer públicas sus declaraciones de impuestos.
Deustche Bank ha prestado alrededor de 300 millones de dólares a Donald Trump y a su yerno Jared Kushner.
Deutsche Bank tiene fuertes vínculos con Rusia que se remontan a 1998, durante la crisis económica causada por el desplome del sistema soviético estalinista de la URSS. Durante muchos años, el banco alemán ha realizado negocios con los llamados oligarcas rusos, miembros del círculo de Vladimir Putin que se han enriquecido a niveles sin precedente con el nuevo sistema.
Según informa la periodista Stephanie Ruhle de MSNBC, quien durante ocho años trabajara para Deutsche Bank, el presidente de la institución Joseph Ackermann es también parte de la junta directiva de otro banco, el Banco de Chipre — investigado también por lavado de dinero ruso.
Fue a través del banco de Chipre que el ex presidente de la campaña Trump, Paul Manafort y su socio Rick Gates, depositaron decenas de millones de dólares de origen ruso. Ahora enfrentan serios cargos criminales relacionados con el lavado del dinero.
Parte de la junta directiva del banco de Chipre es Wilbur Ross, actual secretario de Comercio de EUA.
Por ahí huzmean los investigadores de Müeller, aumentando el nerviosismo en los círculos más íntimos de la presidencia de EUA, según informes. Todo lo anterior puede ser una enorme coincidencia. Como también puede no serlo.
Y es eso lo que están investigando.
