Mucho antes de que la serie neoyorkina “Sex and the City” presentar emblemáticas mujeres que controlaban su sexualidad ya se sentía la influencia de Helen Gurley Brown editora en jefe por décadas de Cosmopolitan.

Falleció la mañana del lunes a los 90 años, en una vida que salió de la pobreza para acomodarse en los corredores de poder, elegancia, la belleza, coronada por una larga serie de logros profesionales.

Durante décadas defendió abiertamente, sin excusas ni justificación alguna la libertad sexual de las mujeres y su derecho a tenerlo todo — “amor, sexo dinero” como ella misma dijera.

A los 40 años, en 1962 Brown publicó el best seller Sex and the Single Girl, un libro que aconsejaba a las mujeres a explorar su sexualidad antes del matrimonio. ¡En 1962!

Según escribe Margalit Fox  en The New York Times, “Les enseñó a las mujeres cómo lucir lo mejor posible, tener exquisitas aventuras sexuales y, finalmente, cómo embolsarse para siempre su hombre, todo ello en un estilo conciso de singular elegancia. (Brown había sido redactora de publicidad)”.

El libro, dice el Times, se basó en cartas que Gurley Brown había escrito a un amante, las cuales su marido David Brown, antiguo director de Cosmopolitan y productor de Hollywood, había descubierto.

Brown, nacida en Arkansas en una familia pobre durante la época de la Gran Depresión, vivió inicialmente en Los Angeles donde tuvo 17 empleos a través de los años. Fue durante este periodo que ella misma vio “la seguridad” que el sexo podía traer a una mujer joven. “En todas las oficinas siempre había un jefe dispuesto a tocar y acariciar. A cambio, siempre hubo una piel o un apartamento o unos pesos para ayudar a su familia”, dice el Times.

Hellen Gurley Brown fue redactora de Cosmopolitan desde 1965 hasta 1997, y después se mantuvo en la casa editorial Hearst como editora en jefe de todas las ediciones internacionales de Cosmo.

En un comunicado publicado el lunes, Hearst la llamó una “verdadera pionera de la mujer en el periodismo — y más allá”.

Una vida realmente asombrosa.

Obituario en el New York Times. 

Fotos via NYT