Ante la perspectiva de terminar sus días como bolsas, zapatos y cinturones para los elegantes (por no decir bistecs para los hambrientos), al menos 100 cocodrilos de un criadero optaron por escapar una muerte anunciada y probar su suerte en los ríos de la provincia china de Guangdong.
Informa Andrew Miller de RocketNews24, en base a una nota publicada en China Express, que el temor ha cundido en las áreas vecinas a la granja, especialmente entre los niños.
Uno de los encargados de los saurios ha dicho que todo es una enorme exageración, que no fueron 100 sino muchos menos y que ya han capturado a cuatro de ellos. A otros dos, dijo, se los merendearon los vecinos.
Pero la tranquilidad no ha regresado y los padres siguen temerosos por sus hijos, que no dejan de hablar del peligro de que se los coma el cocodrilo.