Informa Antonio Ruiz Valdivia en el Huffington Post — Diez de la mañana del jueves. Continúa el precipicio al acabar el segundo plazo dado por el Gobierno para contestar al president catalán. Carles Puigdemont ha remitido una misiva en la que dice que “si el Gobierno del Estado persiste en impedir el diálogo y continuar la represión”, el Parlament “podrá proceder, si lo estima oportuno, a votar la declaración formal de independencia que no votó el día 10”.
A la Moncloa esto no le vale y sigue adelante en la aplicación del 155 -por el que se retirarán competencias a Cataluña-.
Puigdemont sí reconoce esta vez en la carta explícitamente que en su comparecencia del 10 de octubre el Parlament “no votó” ninguna declaración de independencia y hace hincapié en que su “suspensión continúa vigente”. “Pese a todos estos esfuerzos y nuestra voluntad de diálogo, que la única respuesta sea la suspensión de la autonomía indica que no se es consciente del problema y que no se quiere hablar”, escribe el líder catalán.
La carta es de un folio, más corta que la del pasado lunes. En ella, el president explica que el 1 de octubre el pueblo de Cataluña “decidió la independencia en un referéndum con el aval de un elevado porcentaje de los electores”, “superior al que ha permitido al Reino Unido iniciar el proceso del ‘brexit’ y con un número de catalanes mayor del que votó el Estatut”.
Pero para el Gobierno esa respuesta no es válida. Apenas unos minutos después de conocerse la carta, ha emitido un comunicado en el que constata la negativa del presidente catalán a atender el requerimiento. Y anuncia: “En consecuencia, el Gobierno de España continuará con los trámites previstos en el artículo 155 de la Constitución para restaurar la legalidad en el autogobierno de Cataluña”.
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